PATRIA - FERNANDO ARAMBURU

Qué gran descubrimiento ha sido Fernando Aramburu. Sé que esto no gustará a sus fans de siempre, esos que ahora sientan que la gran masa les ha robado a su autor, pero no puedo evitarlo, soy uno más de los que han caído en las garras de su narrativa tras ver el sorprendente éxito de Patria. Y es de este del que voy a hablar hoy (también tengo que decir: es de este porque no he leído más, con perdón). 

Antes de nada voy a confesar algo: yo fui uno de aquellos que recibieron la nota de prensa del nuevo libro de Aramburu, vieron el tema del que trataba y por X razones (otros libros más interesantes, un tema no tan alejado para el lector, o sea yo, etc.) decidieron dejarlo pasar de largo. Pero lo que es bueno siempre vuelve para decirte a la cara que no deberías haberlo dejado pasar. Lo bueno de los libros es que permanecen; y que siga siendo así, por favor. Pues bien, yo vi el éxito que estaba cosechando la novela y me dije oye, pues quizás sí hay que leerla. Así que me propuse que sería una de mis primeras lecturas de 2018. Tremendo error, porque ahora cómo superamos esto. 

Unas líneas más arriba he insinuado que, probablemente, una de las razones que me hicieron no decantarme por este libro en el momento de su publicación fue que el tema me pillaba un poco lejos. Vamos a aclarar esto. Tengo 26 años, soy de un pueblo de Barcelona y, la verdad, nunca he vivido muy de cerca el terrorismo de ETA más allá de la rabia que todo humano (¿?) puede sentir por el crimen y la rabia y los ataques injustificados. Pero no soy un experto en el tema, ni en este ni en ninguno, y creía, sinceramente, que poco iba a entender, a compartir, a sentir de lo que se narraba ahí dentro. Otro tremendo error. Y es que Patria, aunque trate el tema del conflicto vasco, aunque su trama esté ubicada en la época de máximo auge de ETA, trata tantos temas que acaba siendo un libro universal, un libro que toca todos los órganos, los que conoces y los que no, que habitan dentro de ti.

Es muy complicado explicar el entramado que compone Patria y para quien quiera entenderlo lo mejor es que compre el libro y lo lea. Primero para comprenderlo mejor que leyéndome a mí y segundo para disfrutar como pocas veces se puede disfrutar ya de tan buenas novelas. Nuevas y buenas. 

Patria es la vida de una serie de personajes, unidos por un nexo trágico, contada a través de un narrador que en ocasiones parece fundirse con la propia mente del personaje. Esas narraciones que parecen salidas muchas veces de la propia boca del personaje en cuestión son pinceladas de una literatura que parece haber okupado el cuerpo de un escritor en estado de gracia. A partir del asesinato del Txato, el marido de Bittori, una historia que agarra fuerte y muy adentro se teje de manera magistral en capítulos muy cortos que podrían componer si quisieran uno de los mejores compendios de relatos del momento. Todas las técnicas narrativas en alza a la hora de captar la atención del lector contemporáneo son en Aramburu trazos de un bolígrafo sobre el papel, teclas pulsadas sobre un ordenador que solo necesita de palabras bien hiladas para seducir. No hace falta nada de todo eso para enamorarte/obsesionarte con Patria. Es seguir una letra tras otra y convertirte en uno más del casi millón de lectores que han sucumbido a esta novela.

No es una historia fácil ni feliz ni agradable ni incluso recomendable pero hay algo ahí dentro que te empuja a seguir hasta que cierto día sales de ella tras más de seiscientas páginas y notas cómo algo de ti se ha quedado ahí, quizás un perdón que nunca te atreviste a decir, un abrazo, un beso o un paso que nunca te atreviste a dar. Digo que no es recomendable porque es una novela que duele, que escarba en esa herida que nunca enseñamos pero que está, que toca los puntos flacos, que te hace pensar en todo aquello que evitas pensar cuando piensas. ¿Y acaso alguien quiere recomendar algo que duele? ¿O quizás sea así como se sana?

Sé que no cuento nada de lo que es la trama en sí misma pero creo, y lo digo sinceramente, que en este caso es mucho mejor intentar expresar lo que sientes leyéndolo que lo que simplemente lees. Ha sido un fenómeno editorial, vale, pero os aseguro que ha sido, es y será un fenómeno personal. Para el autor por supuesto pero sobre todo para quienes lo hayan leído, para quienes lo estén leyendo y para los que lo vayan a leer. Ojalá seas tú, te lo digo de verdad.

Víctor González

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