Aparece en este blog como creador, artista, padre, de su primera obra de ficción. España inventariada es “el esperpento en versión actualizada; el absurdo reflejado sobre el papel; la fotografía de un país sin destino.” Es una obra envolvente, atenta, directa y jovial. O quizás nos convierte a nosotros en envolventes, atentos, directos y joviales. Es la sensación que posa la lectura de esta obra, no se sabe si es el libro el que evoluciona o somos nosotros mismos los que, página por página, abrimos los ojos (si no los teníamos abiertos ya) a un país corrompido por el afán de lucro, por el interés como forma de vida, la corrupción, la rotura con unos ideales en peligro de extinción.
España inventariada es el ataque más duro y certero hacia un gobierno que se derrama por la población intoxicando a la totalidad del país, un país que se mira en un espejo roto, no se sabe cuándo, ni cómo, ni por qué, pero sí se sabe que está roto por el mismo país.
Leer la obra de Gómez-Ferrer es dejarse acunar por palabras nacidas para provocar carcajadas en el lector, unas carcajadas que sirven de disfraz a unas lecciones de vida que por desgracia muy pocos pueden asumir, y que los que pudieran, sabrían que sería inútil clamarlas ante unos oídos que gritan a favor de escuchar pero que llevan muchos años tapados.
En definitiva, España inventariada es la enseñanza hecha risa, es la risa convertida en enseñanza, es la moraleja de masticado cómodo, es la lección fácil de tragar. Y todo ello solo es posible mediante el trato exquisito y sobre todo inteligente de la palabra como arma.
Gómez-Ferrer se une con su primera obra a ese grupo, no de críticos del arte, sino de críticos con arte, como han sido en los últimos años Rafael Reig con Hazañas del capitán Carpeto o Fernando Trías de Bes con su Mil millones de mejillones.
Víctor G.
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