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BUENA COMPAÑÍA


«¿Y tú? ¿Cuál fue el último libro que leíste?» Ojalá citas con preguntas así. Temas interesantes, profundos. Nada de que ojos más bonitos tienes o que boca más grande. Esto no es el cuento de Caperucita Roja, pero claro, como el cuento acaba con eso de para comerte mejor, todo encaja.

Qué mal estamos. Qué poco nos conocemos. Nos atrevemos a dormir con alguien al lado que ni siquiera entendemos. Malgastamos el tiempo en vez de conocer, preguntar, interesarnos. Al fin y al cabo, cada uno tiene sus intereses. Las citas son cosas de dos. No es un juego unilateral. Conoce, pide un café y transporta a lugares inimaginables a través de miradas, sonrisas cómplices y temas de conversación interesantes. Habla del mundo, de huir de aquí con lo puesto, de ver una puesta de sol, y de disfrutar de la voz suave del mar. Apuesta por la compañía siempre y cuando sea buena, si no opta por ser solitariamente feliz. No pierdas tu tiempo, es lo más valioso que tienes. 

Blanca de Paco.
@blancadepaco
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LO QUE NO VEO, MI PIEL ME CUENTA


¿seremos otra vez nuevas?
                                        si es que alguna vez lo fuimos
venimos de un antes 
que da cierta curva 
al movimiento: 
interseccionalidad de 
retales biográficos,
en este campo donde
 una deviene acción

volveremos a ser lo 
que nunca fuimos 
y mientras nos lavamos 
la cara 
las grapas se desajustan 
de nuestra piel

es la sangre la que me 
muestra que 
nunca le dimos cuerpo 
a esa de idea de 
nosotras

nos quedamos fijos 
o al menos en la memoria 
como si el tiempo no fuera 
de nuestro mundo

solo supimos ser 
un ideal que nunca 
quiso naufragar 
el horizonte del 
deseo.

nos olvidamos.

Patricia Bertolín.
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ESTÁ ESCRIBIENDO...



Ctrl

Fueron días maravillosos

Alt

¡Qué imagen más bonita!

Ctrl

Lo que siempre me gustó de ti fue tu elegancia. Incluso por aquí no te permites cometer ninguna falta.

Alt

Para faltar ya estoy yo :)

Ctrl

Sí. A nuestra cita aquél día.

Alt

No me lo recuerdes...

¿Qué tal ha ido el viaje?

Supr se ha unido al grupo

Supr

Menuda sorpresa

solo vosotros dos??

Ctrl

Solo nosotros tres ;)

Alt

:O

¡Holaaaa! ¡Cuánto tiempo!

Supr

Pues si la verdad!

Ctrl

Demasiado tiempo.

Supr

Oye y a que se debe tal terceto?

No se estara prepranado una fiesta a mis espaldas noo?:P

*preparando

Alt

¡¡Más quisieras tú!! :P

Oye Ctrl, te preguntaba por el viaje. Aunque prefiero que no me respondas nada. He visto fotos en tu face e insta. ¡¡Aaarrrrghh!! ¡Qué envidia!

Supr

Ey!! Yo tmb las he visto! La de las arenas blanquecinas es tremebunda! Qué bien vives :)

Ctrl

No mejor que vosotros

Alt

¡Uy! Ni que nuestra casa fuera el Buckingham Palace

¿Se escribe así verdad?

Supr

jajajaja sí

Ctrl

Me queda poco para deciros mucho.

Alt

¿¿Qué pasa??¡No nos asustes!

Ctrl

A estas alturas ya no os puedo asustar. Ni a vosotros ni a nadie.

Supr

?

Ctrl

Sabéis lo que los tres vivimos. No hace falta que os lo ilustre en palabras. Mirando la imagen que he puesto de icono de grupo me doy cuenta qué rápido olvidamos el pasado y qué presente lo tenemos.

He intentado rehacerme. Hubiera preferido vernos en persona pero sabría que jamás hubierais querido verme, y lo entiendo. Pero por favor, leedme una última vez. Es algo muy importante.

Supr

Ctrl no se lo que será que quieras decirnos ha pasado mucho tiempo tu mismo ya has dicho que ya es pasado

Alt

¡Sí! ¡No le des más vueltas Ctrl! ¡No se puede olvidar pero sí aprender! Podemos ser todos felices. Tú también! En serio :) ¡Pero qué ocurre cuenta!

Ctrl está escribiendo...

Ctrl está escribiendo...

Alt

Ctrl??

Ctrl está escribiendo...

*El lector puede escoger 3 distintos caminos que a su petición desarrollaré personalmente en una próxima entrega:

1.Supr sabe lo que le ha pasado a Ctrl y le están gastando una broma a Alt.

2. El texto de Ctrl es inmensamente largo y necesita minutos y minutos de escritura

3.Ctrl ha muerto tecleando.

Dani Arrébola.
@dani3arrebola
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PASAR PÁGINA


¿Que si estaba dispuesta a cerrar el paso? ¿A pasar página? Quería salir de allí, huir con lo puesto. La rutina la obstruía. Se sentía ahogada entre tanta hipocresía. Ese capítulo negro estaba maldiciendo su preciosa novela de la vida. No quería nada más que olvidar todo aquello. Deshacerse de las preguntas que la atrapaban entre los versos y un adiós. Olvidar su recuerdo. Aliviar su piel, callar a esas sábanas que gritan un nombre todas las noches. No quería nada más que convencerse de que debía olvidar todo aquello, volver a empezar. Cerrar una puerta y coger un tren. Resurgir de sus cenizas. ¿Que si quería pasar página? Como si alguien dudase de ello. 

Blanca de Paco.
@blancadepaco
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CONTACTOS Y FUGAS

Imagen: Irene Colell.
.hoy me he destrozado en tu cuerpo 
he perdido la rigidez de ser solo mía 
he destruido el espacio que me mantenía 
como nueva o al menos en proceso 
de sentirme otra

.hoy he caído en nuestros restos, 
de cabeza y sin alas 
la materia, más dura que nunca, 
y no he sabido ser otra cosa que 
tus labios

.hoy he vuelto a confundirte con 
el infinito. perdiendo gramos, 
ignorando vestigios: eres el 
paraíso donde perdí esa mirada 
que desenfocaba el pesimismo

.hoy me he perdido, a trozos, que 
ahora se mueven buscando lo común. 
en ese centro, que es mi cuerpo, 
donde ningún imperialismo quiero 
que lo deforme. donde construyo mi 
lugar a solas. conmigo. con las otras

Patricia Bertolín.
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FELIZ DÍA DEL TRABAJADOR A TODOS


Everi se levantó como cada mañana, con la luz atravesando la rendija de sus párpados, aún con los ojos cerrados distinguía un tono rojizo, el sol que atravesaba el cristal calentaba su piel, ligeramente erizada, entre bostezos y estiramientos abrió los ojos, se deslizó hasta la cocina y se preparó una taza de café. Aún en vaqueros y sostén bebía de su taza sujeta por sus manos entrelazadas frente a la ventana del salón, podía ver toda la ciudad desde ese punto, podía ver la iglesia que se alzaba en pleno casco antiguo tan definida como el nuevo edificio de oficinas aún en construcción en pleno centro, la ciudad se extendía a sus pies.

Fue caminando al trabajo como cada día, mirando al suelo y con los cascos puestos a un volumen considerablemente alto, era una mujer alta y con fuerza física, salía a correr siempre que su agenda se lo permitía, llevaba una dieta saludable, aficionada al arte tanto visual como escrito, a la música clásica y al rock tanto como al punk y al indie, dada a la lectura sin duda, era una mujer de las que comúnmente se dice que son fuertes e independientes, cosa que todas las mujeres pueden llegar a ser. Everi trabajaba como redactora en un periódico de carácter nacional, escribía los artículos que iban surgiendo para la sección de noticias internacionales, ese día no esperaba recibir flores ni bombones, para ella era un día como otro cualquiera, caminaba ensimismada pensando en cuál sería el artículo más adecuado para el día siguiente y al llegar a su mesa encendió el ordenador y apagó el reproductor, dejó los cascos a un lado y colgó la chaqueta en su silla.

- Feliz día de la mujer trabajadora - le dijo uno de sus compañeros con una sonrisa de oreja a oreja clavada en el rostro.

- El día que no haya que felicitar a las mujeres una vez al año por poder trabajar será el día que realmente haya igualdad - respondió ella de la forma más sincera que había y con cierto toque de pesar en la mirada - pero gracias, feliz día del trabajador para ti también, Dan.

Alba Ferrer.
@dihiftsukai
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LA LUNA


Siempre tenía respuestas para todo. Alzaba la mirada y estaba allí para resolverme cualquier duda. Le preguntaba mucho por él; por sus despedidas fugaces, por nuestros encuentros fortuitos y por todas las dudas que esa mirada azul jamás supo resolverme. Ahora, en cambio, la busco y no está. Pregunto y no contesta. Quizás sea porque dejé de besarme bajo su cielo, porque pegué portazo a esa historia que huía de los rayos del sol. Quizás se sentía traicionada. Ella siempre fue nuestra cómplice, nos susurraba que allá donde fuéramos, siempre nos uniría. Al fin y al cabo, los dos la compartíamos en el mismo cielo. Ahora todo ha cambiado, los dos hemos callado y con nosotros; ella, nuestra aliada y protectora. La busco y no está. Hablo y no contesta. Siempre estuvo en el lado contrario, en el bando del enemigo. Y yo sin darme cuenta. Se parecían tanto. Los dos se escondían y aparecían cuando no les tocaba. Siempre quise alargar la noche, pero ella se empeñaba en acabarla. Quizás eran señales que mostraban un final. Pero no me preocupa, me pasé al bando del sol hace un tiempo. Aún así, sé que solo en la luz oscura de sus brazos me siento segura. 

Blanca de Paco.
@blancadepaco
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DES PEDIRTE


Somos nuestra despedida. 
No somos más que eso: 
el eterno recordatorio 
de que ya no somos.

El nosotras en vías de 
extinción.

Estamos de vuelta, 
devolviéndonos las 
deudas que quedaron 
pendientes. 
Completándonos, 
recuperando aquello 
que donamos en nombre 
de un discurso concreto 
del amor.

Mis poros superan 
los secretos que margino.
No puedo esconderte.
No podré volver a encontrarte
hasta que termine 
esta despedida.

Lento este andar 
de olvidos

Patricia Bertolín.
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ME HA ENTRADO MIEDO A OLVIDAR CÓMO DUELES


Ojalá nos hubiésemos querido tanto 
como nos odiamos ahora.
Y es que quizá solo nos conocimos para saber
a qué sabe el dolor cuando te matan por dentro.
Siempre te dije que ibas a dejar huella,
pero no hacía falta pisarme el corazón tan fuerte para ello.

Yo abrazaba al amor por detrás
y tú te empeñabas en cogerlo fuerte del cuello. 
Y hoy me dedico a cerrarle las puertas 
a todo el mundo, porque este destrozo es nuestro
y no quiero que nadie entre a arreglarlo,
quien lo rompe lo arregla, y te estoy esperando con todo por medio
y pensando que en algún lugar de estas lágrimas
gotea tu nombre y la posibilidad de haber sido eternos.

Ahora el daño ya está hecho, 
y cuando el daño está hecho no queda otra que sentarse
en la mesa y comérselo solo y en silencio, 
hasta que se termine el plato.
Fuiste una hija de puta, 
una piedra en medio del camino 
con la que volvería a tropezar cada vez que me levantase,
y me hiciste sentir por un momento que estaba vivo.
Siempre duele que te destrocen,
pero tú al menos tuviste estilo para hacerlo, y se agradece. 

He estado a punto de admitir que lo nuestro fue un error,
a punto de aprender de ello,
y me ha entrado miedo a olvidar cómo dueles.  


Brian Aguilar.
@_brianaguilar
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UN VIAJE POR EL UNIVERSO


Ya lo decía Bécquer, «el que tiene imaginación, con qué facilidad saca de la nada un mundo». Y es que a mí, eso a lo que llamamos imaginación, esa capacidad de crear y recrearse a partir de lo que nace de uno mismo, me tiene asombrada. Bendita imaginación, que nos hace jugar a ser pequeños dioses inventores; que nos lleva – sin necesidad de ruedas o combustibles – a lugares que no pueden ser traducidos en palabras; que es capaz de sumergirnos en sensaciones  tan excitantes. Que es solo nuestra, absolutamente exclusiva. Sin embargo, hace algún tiempo, me di cuenta de que era posible la experimentación de algo más sorprendente, si cabe: la propia imaginación negándose a sí misma; es decir, el darse de bruces con la puerta última de la imaginación, encontrar un límite en ella. Y ¿qué pasa cuando esto sucede?, que algo en lo más profundo de una implosiona.

Esto mismo me ocurrió hace algunos años cuando iba al instituto, concretamente en clase de ciencias del mundo contemporáneo. Recuerdo perfectamente la escena, el pupitre en el que me encontraba, el sol de mediodía, mis compañeros… y cómo, poco a poco, a partir de unas pocas palabras escogidas con acierto por el profesor, mi piel se iba volviendo permeable y era atravesada por cada una de ellas. Unas palabras que ya no iban en busca de mis oídos, sino que se zambullían sin permiso y pugnaban por llegar hasta lo más hondo de mí,  emborronando todo aquello que antes se presentaba como nítido.

Fue cuestión de segundos, todo lo que consideraba relevante pasó a un segundo plano, incluidos el tiempo y el espacio. Hasta entonces, hasta ese momento, solía pensar que la imaginación se encontraba, por situarla en algún lugar de nuestro cuerpo, en la cabeza; o, si me apuras, en eso a lo que llamamos mente, sea lo que sea y esté donde esté. No obstante, ese día me di cuenta de que la imaginación dormitaba por todo nuestro cuerpo, y que su centro neurálgico se encontraba latente en el interior de nuestras tripas, más concretamente en la zona del plexo solar. Lo sé porque ese día encontré el límite de la imaginación y me explotó en la barriga, no en la cabeza. Una explosión como de miles de partículas que casi me hace levantar de la silla, una frustración que necesita de una imagen que no puede ser creada y que, a su vez, provoca inexplicablemente una tremenda admiración, una especie de revelación relampagueaba por todo mi cuerpo. Recuerdo que me removía en mi pupitre, me sentía algo tensa, no podía apartar los ojos del profesor y, sin embargo, mi mirada apuntaba mucho más lejos de cualquier lugar de ese colegio. Recuerdo que me sentía emocionada, como si acabase de descubrir algo fascinante pero incomprensible; admito que si la vergüenza no ocupase tanto espacio en mi persona habría sido capaz de exteriorizarlo de algún modo. 

Lo que causó esa sensación, esa exaltación de una imaginación que se había encontrado con sus propios límites, se puede resumir en apenas dos oraciones que no suman más de nueve palabras entre ellas: «El Universo es eterno. El Universo se expande continuamente.»

En fin, espero que no se me malinterprete, no es que antes no hubiese pensado en el universo, lo había hecho,  pero era un universo con la “u” minúscula; donde, efectivamente, se encontraban Marte, Júpiter y, en fin, un elenco de planetas y estrellas que tenían poco de familiares para mí; un universo inerte que se representaba en mi cabeza como una fotografía tomada casi por casualidad, un bosquejo de algo enorme que no se había acabado de completar. Sin embargo, ese día, ve a saber por qué, sin verlo, lo vi, y no solo lo vi, sino que lo estuve contemplando durante unos minutos. 

Qué hallazgo, el Universo. ¿Pero cómo podía estar en expansión desde la explosión del Big Bang?, ¿Acaso no se había tomado un respiro desde su nacimiento, hace más de trece mil millones de años ?, ¿Cómo es posible que una explosión devenga creadora?; ¿En qué lugar del Universo se situaba la Vía Láctea?, ¿Y la Tierra?, ¿tendría sentido la palabra situar en el Universo? y lo peor (y mejor) de todo, ¿quién era o qué era yo?, ¿habría un punto suficientemente pequeño como para señalarme de algún modo en medio de ese infinito espacio?; si es cierto que es eterno ¿contiene en él el presente, el pasado y el futuro?, y si es así, ¿es posible que ya hayamos sido antes en alguna otra galaxia?, ¿en alguna otra dimensión?.

Una ristra de preguntas se agolpaba súbitamente en mi interior, y por cada pregunta la misma respuesta: la oscuridad, el vacío, el silencio del espacio sideral, la eternidad, las estrellas, las galaxias, una supernova, la nebulosa del cangrejo. Un planeta, el mío, suspendido sobre un perpetuo fondo negro, como en medio de un ejercicio de meditación, un planeta con los ojos cerrados, levitando y escuchando el silencio de un maestro que, con un gran abrazo gravitacional le sostiene: el Sol. ¡Qué espectáculo!, ¡Qué emoción! Ya no había límites, no había esquinas, no había un arriba ni un abajo, la nada en el Todo. Y yo, en medio del espacio, estaba siendo observadora de algo magnífico que, probablemente, se había formado casi por casualidad. Y, en todo eso, yo seguía siendo yo para los demás, pero lo cierto es que entonces ya era otra. Algo había cambiado.

Vaya cuadro. El Universo, un creador que se convierte en obra; un organismo vivo e ilimitado que aparece de la nada, de un punto minúsculo, más pequeño que un átomo. Formado por millones de galaxias, estrellas, planetas y seres vivos. Un Universo del que yo era un minúsculo pedazo. Entonces me acordé de nuevo de los átomos y de las células que me forman a mí, y me dio por pensar que quizá ellas se sentían, si es que tienen la capacidad de sentirse de algún modo, en medio de otro inmenso universo, Yo.

Y ahora, con el paso de los años y con la magia de la perspectiva que nos regala el tiempo, me acuerdo de Borges y de su querido Aleph. Por lo visto hay un lugar donde habitan todos los lugares. Un punto. Nada más que un punto que todo lo contiene en armonía. Y otra idea tengo, y es que cada una de nuestras células contiene el mapa del Universo y que si se quisiese, si se quisiese desde el centro del alma, desde la Verdad, podríamos acceder a él. 

Sammy.
@sarazamz

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LOS SUEÑOS DAN VIDA


El amor es importante, pero los sueños lo son más. Los sueños son los que nos permiten avanzar, levantarnos cuando nos caemos, seguir adelante. Realmente, ¿debemos renunciar a ellos?

El amor es todo aquello que nos hace sentir vivos, que formamos parte de algo. Quizás sea una definición muy amplia pero él siempre está abierto a todo. Vivimos en un mundo que confunde conceptos. Desgraciadamente, el amor hoy en día es inestable mientras que los sueños te persiguen toda la vida porque son tuyos. La felicidad está en ti. No cometamos el error de poner las cosas en contextos distintos. Tus sueños no se despertarán un día y te dirán que ya no te quieren, que han encontrado a otra persona, que todo ha acabado.

Por eso, es tan importante cuidarlos y hacerlos tuyos y no de nadie más. A veces perseguir tu camino te hace distanciarte de otros destinos, pero lo bueno de esa ruta es que nunca te encontrarás en una calle sin salida. El camino que sigas por ti mismo es el que te llevará a la luz. Porque como un día leí, la felicidad está en uno mismo y no al lado de nadie. De esta forma, siempre serás feliz. Por mucho que te rompan, que te dejen o que se alejen. No cometas el error de distanciarte de ti jamás, porque una vez lo hagas, no hay vuelta atrás. Morirás, por dentro, pero morirás.

Blanca de Paco.
@blancadepaco
 
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