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DORMÍA CON EL ENEMIGO


Cuando te marchaste me dejaste el corazón en los huesos. Quizás el problema estuvo en idealizarlo todo tanto. En colocarnos en una nube y en dejarnos volar. Quizás debimos frenar. Poner un destino claro en vez de ir de motel en motel. Pero la carretera era nuestro lugar favorito y seguimos viajando. Tanto por el mundo como por nuestro cuerpo. No teníamos solución ni respuestas a ninguno de nuestros problemas. Pero poco importaba, nos teníamos el uno al otro. Creábamos encuentros imaginarios. En ningún momento hablamos de lo que teníamos, los dos creíamos que no era necesario. Nuestra lengua hablaba por sí sola. Te entregué mi vida y mi alma en ese coche, te miré y te supliqué que no parases nunca y así lo hiciste. Aceleraste y no me di cuenta que contigo no existían los frenos. No supimos decir basta. Por un momento, olvidé que la vida es como una montaña rusa y que todo lo que sube, baja. Y bajamos. Bajamos en picado sin ningún tipo de seguridad. Yo creía que mis caricias estaban bajo un seguro a todo riesgo y me estafaste. Dormía con el enemigo. Siempre fuiste una bomba de emociones. La bomba estalló y a mí me pilló de pleno. Me cortaron todas tus mentiras y todo tu teatro. La función acabó y me di cuenta de que jamás había sido la protagonista. Tú no volviste, yo te esperé. Pero en ese momento aprendí que cuando alguien se va es porque nunca había estado aunque nos empeñemos en creer lo contrario. 

Titanium.
@blancadepaco
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ESPÍRITA POESÍA


Creí por un momento 
que bastaría entonces 
con robarte allí 
corazón y risa. 
Citarte a Neruda 
y a su “te pareces al mundo 
en su actitud de entrega”. 
Pero lo cierto es que te pareces 
a nada y a todo 
por lo que yo, 
mi amor, 
me arrancaría el alma.

Alba Comas.
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EL ENCUENTRO

gaticopardo.blogspot.com
Buscan, mas nada encuentran sus ojos ciegos,  
se anegan en lágrimas que brotan del pecho, 
y por no dejarlo solo, y por no dejarlo huérfano, 
también llora como un niño el desconsolado cielo. 

Sus pies no son alados, mas como el dios, él, mensajero,
en la cueva de sus labios, porta millones de versos
dirigidos a algún alma que creyó haber visto en sueños. 
Desde entonces él suplica otro encuentro con Morfeo. 

Las mañanas, ahora heladas, y los días son invierno
cuando busca entre las gentes a ese alma y a ese cuerpo. 
¿Dónde está la dulce esencia?, ¿Dónde está?, que no la veo;
se pregunta mientras gime ese amor tan plañidero. 

Pide al Sol que no le toque, que se olvide de su cuero,
solo baila con la Luna, confidente de sus miedos;
y en las noches más oscuras, mientras sopla fuerte el viento, 
se desliza él, descalzo, y deja huellas por el cielo.

Al principio todo es rosa, por las nubes queda envuelto
como un gusano de seda apunto de alzar el vuelo. 
Pero él no resucita, ni aletea, ni atraviesa el claro velo, 
simplemente, él despierta arrastrándose por el suelo. 

Callan las calles mojadas, callan los niños y el pueblo, 
solo grita el gran vacío que se adueña de su pecho.
Y las horas se repiten y hacen al segundo eterno,
que posterga al infinito el tan anhelado encuentro. 

Vaga por amplias gargantas, también yerra por senderos,
a veces descansa el tronco en el cuerpo de un cerezo. 
Pobre chico, ¡qué lamento! , un rapaz que no alza el vuelo,
un muchacho que se sabe un frágil ente pasajero.

Unos le hablan de los mares, de que hay peces más pequeños,
pero él no quiere escamas, él no pica en el anzuelo. 
Se ha acercado a otras mujeres y eran frías como el hielo, 
y es que al lado de esa esencia, gélido se muestra Helio. 

A bocados se alimenta de un recuerdo duradero,
confiado en el encuentro con el ángel de sus sueños.
Y con la cabeza gacha, busca excusas en el suelo 
que recoge sus pesares inundados de deseo. 

Dime, amor, ¿dónde te escondes?, dime amor, ¿dónde te encuentro?.
Lo presentan como a un loco, como a Jesús el nazareno,
que por amar demasiado, lo clavaron con desprecio. 
Ahora él es señalado y juzgado por el pueblo. 

¡Morfeo, amigo mío! te suplico de rodillas, te lo pido, te lo ruego, 
llévame a esa luz que brilla, que es la vida y es misterio,
que sin yo saber su nombre, de sus ojos soy el siervo,
y sin yo tocar su mano, me hago hombre si a ella llego. 

Por respuesta, sin embargo, de bruces contra el silencio,
que ahora hablaba con palabras impropias del intelecto.
Si ella ya no viene a verme, no me importa, yo me muevo, 
no en el tiempo o el espacio, desde el interior me elevo. 

Está claro lo que quieres, que me libre de mi cuerpo 
sucio de frivolidades, que lo vuelque sobre estiércol, 
que se mezcle entre las plantas y quede cara al firmamento,
como un loco enamorado que te busca en los luceros. 

Yo le vi dejar sus ropas a la orilla de un estero
libre ya de restricciones y de algunos trapos viejos, 
se hizo nuevo junto al barro y desnudo frente al medio, 
hundió su cuerpo en el lago y elevó su alma al cielo. 

Buceó profundamente  y olvidó lo que era el tiempo
y cuanto más hondo llegaba más claro todo y más cierto, 
zambullido entre las plantas un cuerpo perecedero, 
olvidando lo mundano y queriendo conquistar lo eterno. 

A ti voy, amor mío, voy a ti, mi amor, 
en este lago, antes muerto, palpitará mi corazón
cuando mi cuerpo dormido sienta el eco de tu voz. 
Recíbeme, amiga mía, como te he acogido yo. 

Apenas duró un segundo, el lago se iluminó, 
como fuegos artificiales que anuncian celebración, 
luego todo siguió en calma, conservó cierto fulgor
de una mirada que aguarda el reencuentro de un amor. 




Ahora él estaba seco, intacto, y se levantó, 
no había árboles, no había cielo, solo un rayo cegador. 
Con los ojos entornados a esa musa se acercó, 
a galope iba su pecho y la razón le abandonó. 

A tientas hundió sus pasos y apenas si se movió;
como un punto en el espacio, su sangre se congeló.
Sus palabras se marcharon y la bandera de su voz
no ondeaba con el viento porque no había dicción. 

Fue su espalda y su melena lo primero que encontró, 
solo esa imagen primera de nuevo le cautivó.
¡Cuánto tiempo había pasado desde la vez que la conoció!
Ahora todo era distinto, era cálido, era pasión. 

Gírate, mi alma gemela, concédeme este favor, 
que este halo que te arropa causa en mí la devoción. 
Sempiterna es tu mirada y mi deseo asolador.
Gírate, mi alma gemela, concédeme este favor.

Y así hizo la vida suya, le hizo caso y se giró, 
y cuando por fin pudo verla esto mismo pronunció: 
Si yo pudiera morir dos veces, 
volvería a morir de amor.  

Sammy.
@sarazamz

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DEJARSE LLEVAR


Siempre he pensado que lo que cuesta más a uno mismo es definirse. Lo fácil es hacerlo con los demás, aunque sea a base de prejuicios y deducciones generalizadas. Somos unos completos falsos. Tenemos citas por tenerlas. Por eso, las personas ya ni lo llaman así, ahora son una especie de encuentros con el único fin de hablar, hablar y hablar. Poco escuchar, poco conocer.

Nos pasamos la vida poniéndole nombre a todo y nos olvidamos que las cosas se definen por sí solas. Quizás esa sea la razón por lo que resulte tan difícil definirse uno mismo. Porque nos olvidamos que el conocerse no es saber venderte y describirte bien en uno de esos encuentros. Es algo mucho más simple que eso, es saber conectar. Y eso no lo logran las palabras, por mucho que nos empeñemos en creer lo contrario. De eso se encarga una mirada llena de dulzura, algo que nace en el estómago y que ni siquiera yo sé qué es. Tiene que ver con un simple gesto, un «pasa tú primero» o un «ya elijo yo el sitio. Cómo veis, todo esto, poco tiene que ver con lo qué decir y más con el cómo». Son estos gestos y los actos lo que te definen.
Caemos en el terrible error de pasarnos la vida recreando momentos y personas. Ponemos a un lado el presente. Recreamos lugares, miradas, besos, caricias, momentos y conversaciones. Nos empeñamos en darle a todo un sentido aunque no lo tenga. 

Supongo que eso es lo sencillo, describir las cosas antes que vivirlas; anclarte al pasado, a lo que pudo haber sido y a lo que será. Es más fácil fundirte en las sábanas y crear encuentros imaginarios antes que hacerlos reales. ¿No creéis que el presente es lo más real que tenemos? Es lo que nos hace sentir vivos y nuestros. Es todo aquello que puedes cambiar, todo lo que depende de ti. Es lo más puro que tenemos. Hay que saber apostar por el dejarse llevar, por el descubrirse, por el vivir, el actuar, el besar sin prisa, el caminar sin pausa. Hay que saber tener fe, confiar y escuchar. Acudir a esas citas con el corazón en la oreja y no con otros órdenes. Debes hacerlo solo para que este mundo siga girando. De lo contrario, tenemos los días contados.

Titanium.
@blancadepaco
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PARTOS PARA/CON UNA MISMA

culturacolectiva.com
largos recorridos los tuyos 
aunque a veces los nombras con minúscula 
como si no tuvieran asiento en la memoria

ayer te sentaste con la mirada dispuesta 
a descubrirte, a escucharte con las manos 
suaves y el pecho haciendo cobijo

ayer recordaste un dolor que te hace 
más fuerte y te sitúa en un lugar 
muy próximo al mundo

ayer una voz recorría tus secretos 
enquistados por un miedo inerte e indefenso

ayer te acercaste a un precipicio que 
tiene un fondo lleno de posibilidad, 
con luces, colores, silencios, huecos 
y un largo indefinido

ayer te entregaste a la experiencia 
de dejar de sujetarte en aquella creencia 
de hierro 
que mantiene a flote sólo una silueta 
de tu identidad

ayer fuiste algo más presencia 
y una voz te acompañaba en este 
tránsito del devenir incertidumbre

ayer me descubrí otra, otra 
que lleva tiempo naciendo y, sigue 
este nacimiento un proceso de vida 
con todas las entonaciones posibles
porque la consciencia es un lugar 
sorprendente

y me pongo el presente como arma 
para conocer 
y me pongo la paciencia como zapatillas 
con las que recorrer este nacimiento

Patricia Bertolín.
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CUADERNO DE VIAJE


Fecha interestelar 8852/42:

Estoy desolado. Sorprendido también y, por qué no admitirlo, asustado. Ayer, después de un último salto por el agujero espacio temporal MG990, vimos nuestro objetivo. Allí estaba. Azul, veteado por unos irregulares velos blanquecinos que los terrícolas llaman nubes, verde, ocre… Repleto de colores y de vida, de centenares y centenares de formas de vida de todos los tamaños y matices, aunque a nosotros solo nos interesa una. La que se hace llamar raza humana.

Cuando llegamos a su satélite, Luna le llaman, nos ocultamos tras ella para no ser captados por sus artefactos que vigilan el universo más cercano y allí, amparados por la oscuridad, le pedí a Olein que encendiera el Xerter para ver lo que había ocurrido en aquel remoto planeta desde que las primeras células aparecieron en él hasta el momento actual en el que nos encontramos.

Nuestro visionador lo envolvió y comenzó la proyección de la historia de la Tierra en nuestros monitores.

Al principio parecía el lugar ideal donde poder establecerse en pacífica comunión con los seres que allí vivían. Multitud de culturas habían construido lo que hoy es la Tierra cubriendo los suelos y las mentes de los hombres con enriquecedoras arquitecturas, sabios descubrimientos que, pese a ser aún muy inferiores a los nuestros, iban por el buen camino, y una gran evolución que todavía perduraba. Estaban en los albores del sumun conocimiento pero era una civilización joven a la que le quedaba mucho por aprender y por descubrir. De ayudarles nos encargaríamos nosotros.

Olein y yo estábamos entusiasmados. Nuestro planeta está a punto de ser engullido por su estrella y necesitamos otro lugar donde seguir viviendo y la Tierra era nuestra tabla de salvación. Presentaba condiciones similares a nuestro mundo y tenía mucho espacio donde poder establecerse. Nosotros, a cambio, les enseñaríamos todos nuestros conocimientos y haríamos avanzar su civilización más y mejor de lo que lo había hecho hasta ahora, pero entonces, justo antes de entablar comunicación con el control de la misión en nuestro planeta, el Xerter nos mostró una cara muy diferente de la Tierra.

Los monumentos majestuosos, el crisol de culturas, la relación tan especial entre el ser humano y el resto de especies, el mar, la imagen de una hembra amamantando a su cría, la risa (algo que quiero aprender a hacer), la suculenta comida que llevan a sus bocas y a sus estómagos, el cine, el amor, la creación de vida de la manera más hermosa que vi jamás, la amistad, los besos, la música, la literatura… todo sacudido por unas imágenes terroríficas que no podía creer que pertenecieran a la misma especie.

Olein y yo estábamos atónitos viendo cómo el mismo ser era capaz de todo lo anterior pero también de matar y torturar a sus propias crías, de masacrar a sus hembras de las maneras más atroces jamás imaginadas, de crear máquinas y artilugios capaces de segar miles de vidas. De algo que llaman guerras donde todo lo anterior llega a su máxima expresión, matándose unos a otros sin remordimientos, incluso muriendo ellos para matar a los demás. Dónde otras emociones cómo el odio, la envidia, la rabia y el miedo, ahogaban a la más pura y poderosa que tenían, pero no se daban cuenta de ello.

Anteponen todo lo bueno que tienen por el poder, por estar en lo más alto sin importarles hacer auténticas barbaridades para conseguir estar por encima de sus congéneres y por unos papeles de colores que llaman dinero. ¡Por el amor de nuestros hijos, es solo papel! ¡En nuestro mundo hace cientos de ciclos estelares que dejamos de usar papel!

No hablan entre ellos, no llegan a acuerdos, no dialogan y cuando lo hacen lo ven como algo excepcional. Las voces y las faltas de respeto son tan usuales, que ya forman parte de su forma de ser.

Y si no tuvieran suficiente con todo esto, además están matando a la Tierra, ¡a su hogar! La están explotando de tal manera que se está muriendo a pasos agigantados. Llenan los océanos, la tierra e incluso su atmósfera de residuos, de mugre y de aire negro y contaminado que a veces no les deja ni respirar. Arrasan sus bosques y matan a otras especies sin control por puro placer, creyéndose los dueños de todo lo que les rodea. La Tierra, se queja a veces, y la naturaleza, nuestra madre, les reprende con cataclismos meteorológicos tan voraces que nuestro mundo nunca ha visto, pero ellos no reaccionan. Sólo se quejan, entierran o queman a sus muertos, reconstruyen y siguen adelante sin ser conscientes del mensaje que la madre de todo les quiera dar.

¡Es increíble! ¡Increíble!

- ¿Qué vamos a hacer? – me preguntó Olein mirando aún el monitor, aunque ya estaba en negro.

- Volver a casa – le respondí antes de soltar una gran bocanada de aire.

- ¿No vamos a aterrizar?

- ¿Para qué? ¿Para terminar muertos o secuestrados en algún horrible lugar? Después de lo que hemos visto dudo mucho que se tomen nuestra presencia en su suelo como algo enriquecedor. Seremos una amenaza para ellos. Todo, hasta ellos mismos, son una amenaza.

- ¿Y qué vamos a hacer, Palsi? Nuestro mundo está a punto de morir – me dijo Olein asustado.

- Volveremos cuándo los humanos hayan acabado con ellos mismos – le dije pulsando con rabia el teclado y poniendo rumbo a nuestro hogar.

- Y, ¿cuándo será eso? – me pregunto Olein preocupado.

- Pronto… muy pronto.

María de las Nieves Fernández,
autora de "Los ojos del misterio".
@Marynfc



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LA BARRA DEL BAR HA CERRADO


Desde la oscuridad de mi habitación empiezo a pensarte. Quizás ha sido por el frío, que parece que ha vuelto. Lo que más recuerdo de ti es la curva de tus labios, tan singular. También tus ojos y tus cejas. Podría plasmar perfectamente tus facciones si tuviese un lienzo delante. Pero yo siempre fui de papel y boli más que de pincel. Ya es un honor recordar todo eso, pues hace mucho que no te veo. Ni a ti, ni a nosotros. Digamos que la noche era mi mejor aliada y me ha dado la espalda. También ha sido por mi culpa porque yo también me he cansado de esto. 

Cada uno tenemos marcados nuestros límites, igual que cuando bebes dos chupitos y sabes que si bebes el tercero la cosa no va a acabar bien. Puedes bebértelo o no, pero en el fondo sabes que ese era tu límite. Pues contigo es igual. Te he bebido tanto que he reventado. He sufrido tantas sobredosis de tus besos que les he cogido asco. Seguro que también sabes a lo que me refiero cuando hablo de beber tanto  que acabas por no poder ni olerlo. Pues eso mismo me ha pasado contigo. Ya no me inspira el recuerdo de tus besos con sabor a ron y a madrugada. Supongo que eso era lo único que nos unía. El querer huir de nuestra realidad, tan distinta. Tú con tu vida, yo con la mía. Solo compartíamos esas calles sin testigos y esos mensajes. Y claro, la barra del bar ha cerrado y tú has dejado de llamar. Lo entiendo, no pasa nada. Yo tampoco he llamado y no es por cuestión de orgullo. El problema es que yo quería más, no quería conformarme con la madrugada ni con los cafés. Pero tú no lo entendías y por eso esta historia ha dado un vuelco, y aunque en varias ocasiones he pedido que vuelvas, ahora desde aquí te digo que ya no hace falta ni que lo intentes. 

Titanium.
@blancadepaco
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LEVES DESCRIPCIONES DEL NOSOTRAS Y SOLEDAD


Quiero un silencio largo
Que recubra el oxígeno que nos
Nombra

Quiero un ruido ínfimo
Que solo exista entre nuestras bocas

Quiero un nuestro
Plural y muy cercano a la piel

Quiero tu boca, tus brazos,
Tus piernas retorcidas
Tu espalda suspendida en
La compañía de no estar sola
Tu barriga, tus dientes que se
Clavan suavemente en mis
Límites cárnicos

Quiero tu voz, cada una de
Las palabras con las que 
Devengo líquida.
Quiero ese maldito
Paraíso, donde tú y yo somos
La circunstancia perfecta

Quiero tu ausencia, tu falta 
Tu huida.
Quiero disfrutar lo que te llevas 
Y lo que no me dejas.

Patricia Bertolín.
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OCASIÓN MANIFIESTA DE AMOR


Susúrrame al oído que me pasas
el balón entre almas de jugadas
entre cueros de latidos.

Rasita y al pie, un flechazo bien servido
qué directa es tu mirada
qué control al corazón medido.

Basculación a la otra banda
es prioritaria para amar ¡Estilo Holanda!
Mecánica al cuello yo besar.

Besos regateados al pisar
la medular yo me hallo desmarcado
no hay quien pueda así gritar.

Y sin faltas tú me adoras
Juego limpio tú traicionas
Naranja mía ¡Me sacas la amarilla!

No entendida esta entrada en la espinilla
me liberas, me desmarcas y abandonas.
Orsai envuelto en tu trencilla.

Zigzagueos con puntapié interior,
son tus pieles de crack generador,
estrategias de mediocampo arriba.

Tú dominas la pizarra explosiva,
y sobre el tiempo añadido
me dibujas tus labios deportiva.

Te Quiero a la escuadra de mi vida
Hazme un hueco a la barrera que me pida
¡Por tu cintura cabezazo matador!

Sangre, magia y vida entera con sudor
mi posesión ¡Vida mía mete Gol!
Ocasión Manifiesta de Amor.

Daniel Arrébola.
@dani3arrebola
@apetececine



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EN LA MONTAÑA DE TU VIDA


Besarte era como estar en la montaña rusa más alta del mundo. 
Siempre con miedo a caer, con el miedo de que algo falle. 
Al besarme, se encendió la luz verde y la atracción inició, ya no había marcha atrás. 
Contigo, nadie me avisó que debía ponerme el cinturón de seguridad. Normalmente, suena una alarma que te advierte, pero en tu montaña no había advertencia; era vida o muerte.
Creía que me avisarías, que no serías capaz de despegar sin haberme atado. Pero despegaste, y yo no estaba atada a la realidad. Subí, subí y subí y cuando estaba ahí; bien arriba, con todas las espectaculares vistas a mis pies, me dejaste caer. Lo hiciste cuando la montaña rusa estaba en su punto más álgido. 
Caí, caí en picado y el golpe con la realidad fue tan y tan fuerte que se abrió una investigación solo para descubrir tu corazón. 
Y dicen que la investigación todavía sigue abierta.

Titanium.
@blancadepaco
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CONTRAPORTADAS DÉRMICAS

Imagen: Irene Colell.

Hay heridas que no te permiten volver:
es cuando lo físico empieza a vivir la dictadura
del dolor.

El abismo entre la intención y el 
movimiento es lo que no permite una continuidad sin ruido. 
Las predicciones preceden al 
pulso, porque aprendí a degollar la espontaneidad.

Son las pérdidas las que articulan mi historia, 
las que hacen menos posible la 
acumulación de identidad cosificada.

Las caricias, en peligro de extinción: 
porqué no hay ninguna mano que se atreva a 
desintegrar los huecos que se expanden 
en las vísceras nocturnas de este cuarto.

Hay noches que suceden fuera de mi 
cuerpo: están la soledad, el miedo, y la piel. 
Y sufro, sufro porque mi mirada no puede 
ignorar que no existe aval para tanto impulso.

Patricia Bertolín.
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LOS SUEÑOS DEL VAGÓN


La mayoría de las personas pasa la vida buscando, esperando a que pase algo grande, o algo bonito, a hacer algo realmente importante para ser recordados por los siglos de los siglos. Una preocupación, aspiración, que todos llevan en silencio, como un virus vagando por el aire esperando que alguien lo encuentre. Siento deciros que ya han pisado la luna, y también que no batiréis ningún récord que no sea el de comer más perritos calientes en el bar del pueblo sin vomitarlos luego, y por perritos también hago referencia al de beber más chupitos de orujo, comer la hamburguesa de 5 kilos en 20 minutos o beber más horchata sin que te salga por la nariz, siento deciros también que no hay hueco en los realities para todos los que queréis fama, y que ya no queda mucho hueco en la casilla de fama de transmisión sexual, sí, me refiero a estas personas que se tiran a un famoso y luego se van a la tele a contarlo, lo siento mucho por todos los que queréis ser recordados, hay un nuevo best seller cada año, un top 40 cada semana, y un empleado galardonado al mes.

Siento ser aguafiestas, ¿sabéis quién soy? Soy esa chica que veis en el metro con los cascos a todo volumen meneando el pie al ritmo de la música, soy la que se va a dormir tarde porque estaba muy ocupada jugando a un juego de ordenador, soy la que no se refugia bajo la parada del bus cuando llueve porque está fumándose un cigarro mojado, la que se deja el paraguas en casa o se quema en la playa por olvidarse la crema solar, esa chica que veis caminando por la calle con el pelo revuelto y enredado, soy la paciencia, la calma y el sosiego, soy la mala noticia del día, la que se emborracha en la fiesta de tu amigo, la que no tiene miedo a sentarse en el suelo del andén, la que está enferma y empeora porque la serie era más interesante que ir al médico. Sé que nunca haré algo grande, los cd's se rompen, los libros arden, las fotografías y las revistas pueden ser destruidas por una gotera, y los nombres se pierden en las memorias cada día, hasta que eres solo esa bisabuela que no conoció a su nieto, o ese antepasado olvidado, hasta que se deja de pagar tu nicho y ponen tus huesos en una fosa común.

Soy esa chica que hace tiempo se dio cuenta de que nunca será nadie, porque ya es alguien, la protagonista de todas sus escenas, no me recordarán ni mis cenizas, y ¿qué me importa?

Lo importante es no perder la chispa que prende y hace que arda toda la habitación, lo importante es arrojar hasta el último aliento en todo, y olvidarse de los 'debería', los 'podría', lo importante es disfrutar de lo que alcanzas a tocar, no tratar de alcanzar algo con lo que disfrutar.

Han muerto muchos poetas que escribieron sin inspiración, han muerto mariposas tratando de volar tan alto como un halcón.

Alba Ferrer.
@dihiftsukai
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COMO EL CAFÉ, TE BEBÍ DE GOLPE


Siempre he pensando que nuestro café sería en un sitio como este. En el que la suavidad de tus manos se corresponderían con el tacto agradable de la lisa madera, donde el dulce olor a café recién hecho sería como el del olor de tu pecho. Porque amigo, todavía recuerdo ese olor como si fuese ayer.

Recuerdo tus manos en mi cintura, recuerdo todas esas veces que abrías las puertas de todos esos sitios a los que íbamos para que entrase yo primero. Siempre fuiste un hombre educado y sumamente retorcido. Supongo que por eso me dejaste así, congelada. Aún así, aquí estoy. Tomándome un café en un sitio como este y recordándote, imaginando cada palabra, cada gesto, cada caricia. 

Siempre fuiste de los de aquí y ahora. De los guardianes de llaves que abren cualquier cosa. Y cuantas puertas abriste, descubriste todos mis demonios y todos mis vicios. Pero cerraste desde dentro y ahora yo no puedo abrir. 

Quizás el error fue que tú conocías más que yo. Siempre fuiste el misterio por excelencia. Fuiste mi reto, mi apuesta, mi tiro al plato. Y fallé como quien apuesta toda su vida a una carta, y lo pierde todo. Y perdí, incluida a mí misma. Y aún estando perdida, aquí estoy; recordándote mientras veo a la gente pasar, con la esperanza de reconocerte en alguna mirada, en algún andar. Pero eso nunca sucede.

Lentamente, dejo que el fuerte café caliente entre en mi cuerpo, de la misma forma que te dejé entrar a ti un día. Cierro los ojos e inspiró todo el olor de aquel lugar, como si estuvieses allí, a mi lado. Y aquí estoy, sola. Recuperándome de tu partida, asimilando minuto a minuto que no vas a volver, asimilando ese sabor amargo. Porque todavía a día de hoy, no entiendo por qué te fuiste, ni por qué ya no estás.

Titanium.
@blancadepaco


 
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