Quiero un silencio largo
Que recubra el oxígeno que nos
Nombra
Quiero un ruido ínfimo
Que solo exista entre nuestras bocas
Quiero un nuestro
Plural y muy cercano a la piel
Quiero tu boca, tus brazos,
Tus piernas retorcidas
Tu espalda suspendida en
La compañía de no estar sola
Tu barriga, tus dientes que se
Clavan suavemente en mis
Límites cárnicos
Quiero tu voz, cada una de
Las palabras con las que
Devengo líquida.
Quiero ese maldito
Paraíso, donde tú y yo somos
La circunstancia perfecta
Quiero tu ausencia, tu falta
Tu huida.
Quiero disfrutar lo que te llevas
Y lo que no me dejas.
Patricia Bertolín.
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