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LECTOR VORAZ - ROBERT GOTTLIEB

Si os pidieran que imaginarais al típico niño lector obsesivo estoy seguro de que la idea que rondaría vuestras cabezas sería muy parecida a lo que era de pequeño Robert Gottlieb, para quien no lo conozca, el editor más importante de la historia reciente. Tímido, introspectivo, con una inteligencia por encima de la media, muy poco sociable y siempre con la cabeza metida en los libros, el pequeño Robert (o Bob, como lo conocían sus más allegados) cumplía con todos los requisitos para entrar dentro de la definición tan estereotipada de freaky o nerd. Cosa que no impediría (nunca lo hace) que su vida fuera cosechando año tras año éxito sobre éxito. Todos estos años y todos estos éxitos (y los pocos fracasos) los cuenta ahora él mismo, superados los 80 años, en este Lector voraz, las memorias del gran editor elegidas por el Washington Post como libro del año, traducidas al español por Ainize Salaberri y publicadas por Navona. 

Habla el catedrático y crítico Javier Aparicio en el prólogo del concepto books on books, de esos libros que contienen en sí mismos otros libros, y este no podría ser un mejor ejemplo de ello. En Lector voraz podemos encontrar todo tipo de anécdotas, de consejos en forma de vida, de avisos, curiosidades y entresijos del mundo editorial, pero por encima de todo encontramos amor por los libros. Y es que ya lo dice él mismo en las primeras páginas: «supongo que mi religión es la lectura». Partiendo como base primordial de esa pasión, Gottlieb lo cuenta todo, desde sus primeros pasos en Simon & Schuster hasta sus últimos días en la mítica editorial Knopf, pasando por la dirección del New Yorker. Todo en Gottlieb ocurre por casualidad y sin él buscarlo, aunque pienso que es lo que él cree pero que en realidad no es así. Porque, aunque no lo crea, siempre está buscando sus frutos y su éxito a través del talento, el carisma y la pasión por el trabajo que emana. Gottlieb es lo que llamaríamos un workaholic en toda regla, y lo sabe. No le gusta salir, come siempre algo rápido en su despacho, pasa poco tiempo en familia y menos todavía entre amigos, solo piensa en el próximo libro y solo hace que leer. Su máxima es para qué hacer esperar a alguien si todavía tengo tiempo hoy para hacerlo. 

Ya desde bien pequeño Robert Gottlieb es y se sabe raro. Por ejemplo, va al teatro solo con 14 años. Y no para hacer la gracia una vez, sino sabiéndose amante de esa disciplina, al igual que del ballet. Esa rareza es probablemente lo que le hace cerrarse en sí mismo y únicamente abrirse en lo estrictamente profesional. Todo ello se puede notar en cómo pasa siempre de puntillas a la hora de mostrar sus sentimientos hacia Maria, su esposa, que lo sigue allá donde va, que ocupa el tiempo de sus hijos que él no puede (o no sabe o no quiere) ocupar. Para Gottlieb siempre y solo hay libros por hacer.

En este Lector voraz el editor da un repaso a toda su vida, uniendo fechas a títulos, hablando de su relación con un sinfín de escritores a cada cual más conocido: Toni Morrison, Doris Lessing, John Le Carré, Michael Crichton, incluso Bill Clinton, entre muchísimos otros. (También es cierto, y hay que reconocer, que muchos de esos títulos y autores pueden quedar un poco descolgados al lector español. O por lo menos para mí). 

En definitiva, Lector voraz, que está dividido por las etapas infantil y de aprendizaje, la de Simon and Schuster, Alfred A. Knopf, New Yorker, su vuelta a Knopf, y ya al final su pasión por la danza, la escritura y la vida, es toda una maestría de la edición hecha vida y de la vida hecha edición. Es el claro reflejo de una persona que ha vivido por y para su trabajo porque ha encontrado en él su refugio, su zona de confort, su lugar. La pasión hecha libro. 

Víctor González
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LEJOS, LEJOS DE CASA - RACHEL WOODWORTH Y SANG MIAO

El día está repleto de situaciones que nos despiertan un sinfín de emociones que, demasiadas veces, pueden ser contradictorias. Un viaje a lo largo de una jornada donde navegas por las aguas de la alegría, pasas por debajo de los puentes de la tristeza, te lanzas en picado por las cascadas de la ira y te sopla un fuerte aire de frustración, pero también te abrazada el cálido sol de la tranquilidad y te recuerda que aunque sea un viaje movido, al fin y al cabo, es un viaje, con todo lo que eso acarrea. Hay veces que en un día sientes cómo se alborotan todas tus emociones, como si tuvieras funcionando en tu interior una centrifugadora en momento de apogeo. Pero nunca hay que olvidar que cuando te encuentras en un mar lleno de olas, siempre puedes escoger cuáles quieres surfear.

Lejos, lejos de casa es un precioso álbum infantil que ilustra esta situación del ir y venir de los sentimientos de una niña en una sola jornada y el deseo de la protagonista de huir lejos, muy lejos, cuando se siente ahogada por esos días de locos, horribles y estresantes. Un precioso libro que se antoja entrañable porque te reconoces en él y porque te hace viajar en el tiempo y recordar esos días de infancia en que te sentías frustrado/a por la misma agitación interior. Sientes en tu propia piel cada emoción que experimenta la protagonista y quizá, aunque seas adulto/a, no haga falta que te remontes a tu niñez para recordar la última vez que te sentiste del mismo modo. Aunque muchas veces habrás deseado huir y estar lejos de todo, ¿realmente lo querrías?

Andrea Moreno
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CUANDO TE GOLPEO - MEENA KANDASAMY

Semana sí y semana también escuchamos en el telediario que ha habido un asesinato machista en el país, día tras día escuchamos dentro de una conversación que un amigo no trata bien a su novia, o que una amiga no viene para no hacer enfadar a su novio. La violencia machista es un tema que, por desgracia, está presente en nuestras vidas. Sin embargo, se pretende ver como algo lejano, algo que ha sucedido lejos de nosotros. O intentamos camuflarlo, no queremos darnos cuenta de que alguien próximo a nosotros lo sufre. O lo ejerce. Igual empezamos a preocuparnos o a pensar en actuar en el momento en que ella ya no puede tapar con maquillaje los moratones visibles. Pero la violencia machista va mucho más allá de los golpes, como bien dice en su monólogo Pamela Palenciano; no solo duelen los golpes.

En este libro escuchamos en primera persona, sin posibilidad de apartar la mirada, la voz de una joven esposa que se casó llena de ilusiones y se topó con un marido maltratador. Pocas veces tenemos la oportunidad (o tal vez tampoco nos interesa encontrarla) de entender a la mujer que está siendo maltratada, de saber qué es lo que piensa y escuchar por lo que está pasando, y aquí es donde entra Cuando te golpeo, o relato de la escritora como joven esposa. Nos explica cómo se enamoró de la persona que poco después odiaría, los diferentes y múltiples tipos de maltrato que ha ido sufriendo a lo largo del matrimonio, cómo lo ha soportado y el porqué no se alejaba de su maltratador.

También nos describe a su marido, a su maltratador. No nos encontramos con un ogro del que nos apartaríamos si caminase cerca nuestro, no es un hombre bruto que gritaría en la calle a su esposa. Si entrevistasen a sus conocidos seguramente dirían que es un buen hombre, educado, culto, sabe de todo, una persona comprometida con su ideología. Es decir, no va con un cartelito en el que diga lo malo que es. Lo que quiero decir con esto, y lo que nos hace entender la escritora del libro, es que los maltratadores son hombres normales, personas de nuestro entorno.

En el libro podemos ver a la mujer maltratada, pero también nos enseña a la mujer, la mujer a secas, la que se niega a que la vean como la pobre mujer maltratada y ya está, como si ella no fuese mucho más que eso. Nos explica sus pensamientos, su filosofía, las relaciones hipotéticas y no tan hipotéticas que ha tenido con hombres durante su vida, la manera en que una persona con muchas cosas que decir fue silenciada durante mucho tiempo, cómo un pájaro que tenía que volar libre fue encerrado en una jaula en la que no cabía ni su corazón ni sus ansias de libertad.

Un libro muy necesario que da voz a todas aquellas mujeres que son día a día silenciadas, que da voz a aquellas que ya no la tienen porque se la han arrebatado. Totalmente recomendado, un libro que nos abre los ojos y la mente, y nos ayuda a comprender desde un punto de vista que no solemos ver este tipo de violencia que tan presente encontramos en el día a día.

Laia Vaquerizo
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GUGL - ALEJANDRA JUÁREZ D'AQUINO

Una de las quejas mayoritarias que se suelen escuchar entre los lectores de ciencia ficción es que ciertas novelas pecan de excesiva extensión, produciendo que la historia tratada, si de un principio parecía potente, se vaya diluyendo con el pasar de las páginas. Con la novela que tratamos no sucederá esto, sino puede que a algunos lectores les ocurra todo lo contrario: que se quede corta, que se tengan ganas de más. GUGL es la elección ideal para aquellos que busquen una historia de ciencia ficción bien tratada, con fondo y que atrape.

En GUGL, que contiene un breve a la vez que interesante prólogo del profesor Osvaldo Beker, Alejandra Juárez D’Aquino nos sitúa en un futuro distópico donde todos nacen conectados a LA RED mediante el sistema que da título a la novela: GUGL. De esta manera, son controlados para no sufrir, no padecer sentimientos encontrados, considerarse siempre realizados y, en definitiva, sentirse libres. ¿Siéndolo? 

De la mano de Laila, la protagonista de esta historia, conoceremos un mundo donde no hay guerras ni pobreza, donde todo el mundo vive en armonía sintiéndose a gusto con lo que hace. Todo gracias a GUGL. Pero en cierto momento, Laila será atraída por un grupo de rebeldes ante el sistema. Será a partir de ese instante cuando Laila se dé cuenta de que no es más que una insignificante pieza de un inmenso ajedrez controlado por una élite inaccesible. Conocerá de cerca al grupo de rebeldes y empezará a sentir por primera vez lo que es ser realmente libre. Si eso es posible. 

Todo ello llevará a Laila a un vaivén continuo e incontrolable de sentimientos. Sin su habitual conexión, ella verá cómo no hay sustancias químicas que calmen su pesar, su estrés y su nerviosismo, verá cómo el amor es capaz de aflorar sin ser aplacado por GUGL, verá cómo es capaz de controlar por fin sus movimientos. O no. 

De la mano de Laila y unos pocos más personajes, Alejandra Juárez D’Aquino consigue con GUGL crear una historia que obliga al lector a leerla de una sentada. Sumergidos en el relato, los lectores de GUGL se verán reflejados en otro mundo que en apariencia no se asemeja en nada al suyo pero que, al ser rascado un poco por la conciencia del lector, no difiere tanto del que vivimos. Máscaras que ocultan lo que de verdad somos y parecemos, redes que muestran únicamente lo bonito de nosotros, cuerpos perfectos que no son más que mentiras, vidas sedadas para evitar alzamientos. Pero, si hay una falla en el sistema, si un grupo de rebeldes consigue salir de LA RED y unirse, si la revolución está programada para que llegue Laila y la accione… ¿será posible acometerla?

Para responder a esta pregunta solo hay una solución, y la mejor: leer esta novela. Porque en GUGL, los lectores se encontrarán con pinceladas de Orwell, Huxley, Bradbury o incluso Asimov; se encontrarán con un relato de ciencia ficción con mucho peso y poso, con profundidad filosófica, con preguntas imposibles de responder, con ácidas críticas a nuestra colectividad y a nosotros mismos. 

Si eres capaz de ser crítico contigo mismo y además disfrutas de las buenas historias de ciencia ficción, no dejes pasar este libro. Acompaña a Laila en esta novela porque ella te acompañará durante mucho tiempo más. Y sobre todo, como le dice el personaje de Izan a Laila en un momento del libro: «No confundas la felicidad con anestesia». 

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Víctor González

 
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