Como ya hicimos con la novela Luna: Apogeo volvemos a posar la mirada en el cielo para hablar de la obra de P. A. García: Porvenir. En ella el autor, cargado de un vocabulario especializado en el tema espacial, nos lanza mediante la ficción la visión apocalíptica de un futuro no muy lejano.
Nos encontramos en el año 2059, en el interior de la nave Porvenir. En ella, un grupo de cosmonautas se encuentra sumido en la búsqueda de un nuevo planeta habitable, de un nuevo hogar para una civilización que ha superpoblado y destrozado la Tierra. Por sorpresa, encontrarán uno con los misteriosos, y se podría decir milagrosos, aspectos que aportan a la Tierra la cualidad de habitable. Extrañados por tal descubrimiento y a la vez exaltados, deciden explorar aquel oasis de vegetación que tienen delante. Tras la primera agitación fruto de un descubrimiento que los hará aparecer en los anales de la historia, empiezan a observar algunos detalles que se alejan de su comprensión. ¿Cómo puede ser que ante tal cantidad de vegetación no se aprecie ningún sonido animal? ¿Por qué no hay ni un solo pez en los ríos o mares?
Tras una intensa jornada de investigación y tomando reposo en las plácidas tierras de ese nuevo planeta, repararán en que Lev, que había decidido ausentarse por unos minutos del grupo que formaban, aún no se había reunido con ellos. En ese momento comenzará una búsqueda frenética que acabará en la ira encolerizada de todos ellos al encontrarlo metido en el mar disfrutando de un oleaje tan extrañado durante el viaje en la nave. Todos ellos, ya sin sus trajes por el fin del oxígeno de sus escafandras y la aparente seguridad de que el aire de ese nuevo planeta sería respirable, deciden sacarlo de allí al no resultar convincentes sus mandamientos de salir del agua. Raven, con quien había tenido una desagradable disputa en el interior de la nave, se adentra en aquellas aguas para sacar por la fuerza a su compañero sin tener en cuenta el incremento del oleaje y la subida de la marea en un planeta donde la luna tiene mucha más atracción hacia las aguas. Ello provocará que los dos cuerpos sean prisiones de un océano que a cada minuto que pase se volverá más bravo, hasta acabar golpeando a Lev con las rocas que bordean la orilla.
Lev será el primero en caer de un grupo de tripulantes que notan que aquello es el presagio de algo peor. Al llegar a la Porvenir, se empiezan a notar los estragos de aquel aire extraño que respiraron y poco a poco, la tripulación va quedándose sin sus conformantes. Será Raven el único en sobrevivir a las terribles fiebres y sarpullidos que han acabado con sus compañeros. Sin encontrar una explicación aparente, decidirá retomar el viaje hacia un planeta Tierra que no le devuelve las conexiones ni los mensajes. Todo ello le hará meditar acerca de qué habrá podido suceder, qué se encontrará allí abajo, y si podrá mantenerse cuerdo durante el año de travesía que le queda por delante.
Lo que encontrará en la Tierra, sus sentimientos, miedos y decisiones, son aquello que dejamos al alcance de todo lector decidido a darse a la lectura de esta novela breve, intensa y cargada de enseñanzas morales que nos abre los ojos a la destrucción que estamos llevando a cabo, siendo conscientes, de un planeta que no crece, mientras que nosotros sí.
Víctor G.
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