Podría ser menos directa pero no ha habido en mi historial de lectura un libro más insufrible. Lo he terminado de leer porque tenía que hacer la crítica, que si no lo hubiese dejado en las primeras páginas. Te cuesta leer, te pierdes a cada párrafo debido a su exceso descriptivo, explica cada parentesco de cada personaje, cada término como si fuese un diccionario (lo que no es necesario para la historia), y tiene un lenguaje para mí demasiado pedante. Vale que está ambientada a principio siglo XIX pero una cosa es cuando hablan los personajes se adapte a la época y otra es cuando lo hace el narrador, o describe la escena. Por no decir que, a mi parecer, cuenta una serie de hechos que no te hacen avanzar en la trama sino que sólo sirven para rellenar páginas. Una historieta tras otra que no te aporta nada más que cansarte en la lectura. Es verdad que a medida que avanza el libro el lenguaje se vuelve más relajado, o puede que ya te hayas acostumbrado a su lectura, pero se hace un pelín más ameno.
«Racimos de estrellas nimban con tenue luz la pared de piedra seca que ciñe la senda».
El libro nos cuenta la historia de Tomás Penarrocha, al que todos llaman Groc por el color pajizo de su pelo. Él es carlista y sigue defendiendo sus ideales de patria, dios y rey a pesar de que la pequeña Isabel II reina en España y con ella llega una nueva Constitución. Escondido en cuevas y bosques intenta reorganizar el ejército carlista pasa así volver a luchar contra los liberales tras la guerra de siete años. Personajes históricos - el mismo autor es descendiente directo de uno de ellos - que nos van mostrando lealtades, venganzas, enamoramientos, traiciones… Todo lo que produce una guerra, y cómo de brutales y despiadados nos podemos volver. Nos deja ver las crueldades cometidas tanto por unos como por otros, y cómo las lealtades van y vienen según desde dónde sople el aire, aunque sigue habiendo personas dispuestas a morir por sus ideales. Entre medias aparece una trama de un suizo en busca de un tesoro masónico perdido y escondido por tierras de Forcall. Concluye reflexionando de qué vale tanto sufrimiento, tantas muertes de amigos, tantas penurias de las familias.
Destacable el papel de todas las mujeres. Desde la mujer del Groc, como su hija Manuela, pasando por Valeria y cada una de las mujeres de las masías, trabajadoras, luchadoras, fuertes, leales a su familia y con personalidad.
La hija del capitán Groc ha sido galardonada con el premio Ramón LLul entregado por la editorial Planeta a las obras escritas íntegramente en catalán. Víctor Amela, (Barcelona, 30 de septiembre de 1960), estudió periodismo en la UAB y derecho a la Universidad de Barcelona. Se licenció en periodismo en 1984 y entró como becario en La Vanguardia. Fue profesor en la Universidad de Barcelona y actualmente participa en varios medios de comunicación, cocreador de la sección La contra de La Vanguardia, donde ha publicado más de 1.800 entrevistas en 15 años.
A lo largo de su carrera se le han concedido diferentes premios como los de La Asociación de prensa de Madrid, Protagonistas, Ángel de bronce de la comunicación….
Tiene varios libros publicados , entre ellos: La hija del capitán Groc (2016), El cátaro imperfecto / El càtar imperfecte (2013) , Casi todos mis secretos / Tots els meus secrets, o gairebé (2012), 333 vitamines per a l'ànima (2012) (con Roser Amills)…
Ángeles Martín.
@mangmartin
2 comentarios:
Es la primer reseña negativa que veo des tes libro.. y lo tenia apuntado. Me lo pensaré. Gracias por la sinceridad. Un beso ;)
¡Gracias a ti por tu comentario!
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