(NO) TODO VALE


En las últimas semanas, el mundo de la literatura se ha visto sacudido por varios artículos, frases y novelas que han desatado las iras de los internautas, sobre todo de aquellos que usan a diario las redes sociales.

Pongo de ejemplo el artículo de Perez- Reverte: No era una señora; algún que otro tuit de Jodorowsky en la red social Twitter y el libro de María Frisa: 75 consejos para sobrevivir en el colegio.

Bien, todos los comentarios y opiniones que leído, me han hecho preguntarme lo siguiente: ¿Vale todo en la literatura?

Huelga decir que lo que expongo a continuación es solo y exclusivamente mi humilde opinión. Totalmente lejos de mi intención queda el ofender a nadie, ni a lo que escribe, dice o piensa. Hablo como madre, psicóloga y escritora. En ese orden.

Dicho esto, considero que los tiempos que corren son convulsos y complicados, y que las personas que tienen el poder de ser leídas por el gran público deben tener cuidado con lo que escriben. Esto no es coartar la libertad de expresión, ni mucho menos, es simplemente tener sentido común y dos dedos frente, ya que a veces nos convertimos en reos de nuestras propias palabras.

Los que nos dedicamos a esto de escribir, ya sea por profesión o vocación, sabemos que cuando hablamos de ficción todo vale. Todos en nuestras novelas les hemos hecho auténticas perrerías a nuestros personajes, pero queda bien claro desde el primer momento que se trata de eso, de ficción. Creo que ese es el problema del ya famoso libro de María Frisa: 75 consejos para sobrevivir en el colegio.

El que ya en el título aparezca la palabra “consejos” es bastante desacertado y por lo que he podido leer del libro y de las opiniones de los lectores, lo que en él se cuenta es de mal gusto y raya con todo aquello que ningún padre/madre quiere para sus hijos/as. Consejos nada recomendables para el público al cual se refiere: adolescentes cuyo desarrollo psicosocial y emocional es más complicado de lo que nos pensamos, aunque según la escritora su obra se haya malinterpretado porque está escrito desde la ficción y que es todo puro sarcasmo e ironía. Claro, de todos es sabido, que los niños de nueve a doce años son especialistas en el sarcasmo y la ironía.

Ahora pensad por un momento que a mí se me ocurriera la feliz idea de publicar un libro – desde la ficción, obviamente - que se titulara algo así como: 75 consejos para maltratar a tu pareja. Imaginaos el interior. ¿Qué creéis que pasaría? Hordas y hordas de personas me acusarían de apología de la violencia y de tener un pésimo gusto a la hora de escribir.

El acoso escolar, la violencia en las aulas, el egoísmo y pasotismo de algunos de nuestros adolescentes… una lacra que todos juntos debemos denunciar y erradicar, y sinceramente, libros como estos creo que le hacen un flaco favor.

Respecto a los tuits desafortunados de tantos y tantos personajes famosos, es como todo. El contexto, las formas, el fondo… Juegos de palabras que no se entienden, con o sin intención, que sus dueños deberían cuidar.

En esta sociedad se saca punta a todo, se analiza todo. Esto tiene sus ventajas pero también sus inconvenientes, y uno de ellos es que quien es más popular en las redes sociales es el más propenso a sufrir el vapuleo de sus seguidores por palabras desafortunadas en momentos airados que jamás debieron salir del teclado del ordenador o del móvil. Cuidado señores y señoras, que en este mundo virtual de todo queda constancia y las palabras no se las lleva el viento.

Y para finalizar, el famoso artículo de Perez-Reverte: No era una señora. Os aconsejo que lo busquéis en Google y lo leáis, así como la réplica de la famosa bloguera y tuitera Barbijaputa, ambos según mi punto de vista, víctimas de un claro caso de – como diría mi padre – «cogérsela con papel de fumar».

Puntualizo que Perez-Reverte ni ha sido, ni es, ni será santo de mi devoción. No por ser un escritor que es leído por millones de personas tienes carta blanca para decir perlas como las que suelta a veces en sus artículos, pero esta guerra abierta entre machismo-feminismo a estas alturas de la película me parece rancia y agotadora.

Los extremos, siempre, siempre, siempre son malos. Al igual que contra el acoso escolar, todos debemos luchar contra la violencia de género, la cosificación de la mujer y fomentar la igualdad desde la cuna. Por ello, el que unos se dicten partidarios de un género u de otro y se echen por tierra valores que se deberían inculcar desde que somos pequeños, dentro de dos artículos plagados de topicazos sociales me parece aburrido e inútil. Si leéis los artículos sabréis de lo que hablo.

Odio ese juego. Ese feminismo y ese machismo radical que hace que los dos géneros de nuestra especie estén a la gresca cuando deberían unirse para luchar por el bien común. Simplemente, no lo entiendo. Ambos tenemos nuestras cosas, buenas, malas y regulares, pero ante todo debe primar el respeto por uno mismo y por los demás y la educación en valores de los que nos vienen pisando los talones.

Resumiendo: Para mí no todo vale en la literatura y más cuando tienes la suerte de que mucha gente te lea. La fama, la popularidad y el reconocimiento a tu trabajo tienen un precio y ese precio es que siempre tienes la espada de Damocles sobre tu cabeza y que cualquier cosa que digas va a ser objeto de análisis y crítica. Por ello, señores y señoras escritores que tienen la suerte de vender millones de ejemplares, con una gran editorial a su espalda y que pueden vivir de este arte, cuidado con lo que escriben, el ojo que todo lo ve siempre les está vigilando.

Mª Nieves Fernández.
@Marynfc

1 comentarios:

Annabel Rubio dijo...

Chapò. Me han encantado tus palabras y estoy al 100% de acuerdo con todas y cada una de ellas.

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