|
Nigel Van Wieck |
Tenemos miedo al amor porque una vez lo esperamos en medio de la nada y al pasar nos dejó más vacíos de lo que ya estábamos. El amor es el desamor que va creciendo cada mañana que se va a trabajar sin darte un beso en tu boca. El amor es exigente con el otro y contra más aprieta menos libre es. El amor es ser valiente y estar dispuesto a que lo construido en mucho tiempo se esfume en el perfume de otra persona que ahora le besa mejor. El amor es aceptar que la memoria no perdona, y que hay que estar dispuesto a recordar el fracaso cada noche y seguir por la mañana dándole vueltas a algo que ya no hace girar nuestra vida. El amor es entregar la mejor versión de uno mismo para llegar a ser un simple reflejo de ella una vez pasa el vendaval. El amor es guardar una botella durante años, llena de planes, ilusión y besos, para abrirla en la mejor fiesta del mundo, y cuando la fiesta termina te das cuenta de que la otra persona no ha sabido apreciar el esfuerzo de embotellar durante meses lo mejor de nosotros. El amor nos obliga a dejar libres partes del alma para poner cicatrices. Es pedir la cuenta y que cuando llega el momento importante la otra persona se vaya al baño y te deje solo ante el peligro. El amor es esperar que al principio te digan que no va a salir bien, y que te lo tomes como un reto personal en el que pones tanto el corazón que, al final, te lo partes. El amor es amor al principio, una vez que pasa es el mayor fracaso de nuestra vida, y solo queda saber de donde veníamos para volver a ser nosotros, y esperar que vuelva a atropellarnos el amor.
Brian Aguilar.
;
1 comentarios:
Si la persona fue al baño, hay que hacer amena la espera, solo se paga la cuenta y continuas con el paseó por la calle sorprendiendote de las pequeñas cosas que te rodean desde un niño jugando a lado de su mamá un perro caminando por la calle, siempre habrá algo que nos haga sonreír.
Publicar un comentario