Una novela puramente
histórica. Una novela para todo aquél amante del efecto y transcurso de la
Segunda Guerra Mundial. En definitiva, una novela que enseña desde dentro el
sentimiento nazi, que muestra hasta dónde es capaz de llegar el género humano
por perseguir un ideal.
Alberto Vázquez-Figueroa
nos presenta a un editor con recorrido pero en un momento de transición, un
momento de decadencia en su interior, un momento de dudas frente a su trabajo,
frente a sus virtudes como especialista en la materia. Éste, Mauro Balaguer, se
encontrará por sorpresa con Violeta Flores, quien le entregará un pequeño papel
misterioso, una pequeña tarjeta en la que estará escrito doblemente subrayado
“La Bella Bestia”. Desde el momento en que ve ese nombre Mauro empezará a dudar
sobre la veracidad de aquella mujer, aún asegurándole que ella fue esclava de
la malvada Irma Grese, la conocida también como “El perro de Belsen” o “el
ángel de la muerte”. No cree posible que alguien haya conseguido sobrevivir a
la mujer más sádica y perversa que haya supervisado un campo de concentración.
Pero aún así acaba llamándola. Y empieza una historia brillante. Una historia
en la cual Violeta nos contará paso a paso, día a día, cómo tuvo que despegarse
obligatoriamente de su familia, cómo fue la esclava sexual de Irma, cómo vivió
los días al lado de ese monstruo con cara angelical, cómo consiguió escaparse
de esos brazos que a tantas mujeres habían matado azotando directamente a los
pechos mediante su estimada fusta, en definitiva, cómo alcanzó salir de esa
época de barbarie y atrocidad que fue la que envolvió la Segunda Guerra
Mundial.
Un libro en cual se puede
observar cómo mediante la expresión de un sentimiento por parte de una sola
persona, tanta gente puede dejar de lado su honradez y humildad y perseguir a
todo el que no sea de su raza. Un libro que enseña el papel que juega la mente
en nuestras vidas. Un libro que muestra cómo en los momentos en que la
población está más repleta de dudas y desconfianza es cuando, una solución, aún
siendo tan sádica y bestial, si es firme y va directa al pueblo puede llegar a
convertir el mundo en un cementerio. Un libro que muestra lo que ha llegado a
pasar y lo que no debería llegar a ocurrir nunca más.
“Sin discípulos no hay
maestro, del mismo modo que sin maestro no hay discípulos, pero la esencia del
problema estriba en que demasiado a menudo los seguidores de quienes han
predicado el bien acaban transformándolo en mal, mientras que los seguidores de
quienes predican el mal no solo no lo corrigen, sino que lo aumentan”.
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