Para aquellos lectores que escogen libros por el nombre del autor, por un tema en concreto, sentimos decirles que este no es su libro.
En cambio, para todo aquel dispuesto a adentrarse en la aventura de una lectura desconcertante, con un autor (o autora) del que no se conoce nada a excepción de un alias, sin cara ni nombre; sí que lo es.
Podría pensarse que no conocer nada acerca del autor de la obra puede ser un impedimento a la hora de leerla, ya que no proporciona esa seguridad que muchos necesitan. Pero también puede haber otra opinión, la nuestra, la que piensa que gracias a ello se rompen todos esos prejuicios que pueden haber al conocer a la persona que hay detrás de las líneas.
Aquí se rompe con cualquier tipo de prejuicios: Francis Molehorn nos presenta una obra con un tema áspero, el incesto. Otro aspecto de posible reticencia para algunos, o de motivación para otros. ¿Por qué dejar un libro de lado solo porque trata temas escabrosos? Desde Libres de Lectura pensamos que hay que darle una oportunidad a todo libro, a todo aquello extraído de una mente imaginativa y capaz de crear una historia. Si no hubiéramos dado la oportunidad a esta obra, ahora mismo no estaríamos tan entusiasmados de lo que hemos tenido entre las manos.
Una obra grandiosa en todos los sentidos, donde se podrá encontrar un vocabulario propio de una persona que ha absorbido multitud de libros a lo largo de su vida, en la cual podrán verse giros literarios únicamente posibles para un maestro de la tecla; en definitiva, una obra que nos deleitará con un dulce pero a la vez intenso regalo, como si quisiera decirnos: gracias por esta oportunidad.
Ángela Benett, profesora de 37 años en la Universidad Católica de San Justo, se encontrará con parte del Consejo en su contra, en especial con una persona, que intentará convencer a todo el resto de que Ángela no es el estereotipo de profesora de esa Universidad tan casta y clerical. A partir de ese momento surgirá un torbellino de sucesos que dejarán al lector sin aliento, donde podremos ver a Ángela perseguida, investigada y ninguneada. Creerán que la tienen maniatada, que ya es suya; pero en la última frotada de manos por parte de sus perseguidores, saldrá la excelsa inteligencia que acompaña a la familia Benett, y será ella la que podrá reír, la que podrá mofarse de la gran estrechez de miras de los de su alrededor.
Esta vez no tendremos una historia en la que se nos querrá enseñar que con la inteligencia puede demostrarse la verdad, quizás sería mejor decir que gracias a ella podemos ocultarla.
Víctor G.
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4 comentarios:
Maravillosa reseña... Para quienes apreciamos a la escritora, como bien dices, sea quien sea, es un verdader orgullo leer esto, aunque como yo misma-solo en lo muy ersonal- me haya sentido intimidada de atreverme a leerla. Mas claro ni el agua, decimos, y en el caso de esta reseña, puede aplicarse perfectamente... Mis cordiales saludos
Gracias, de todo corazón, por tan magnífico y generoso comentario, Víctor.
Un abrazo,
Francis
Muchas gracias por comentar la reseña, es todo un placer saber que gusta el trabajo de cada uno. ¡Saludos literarios!
Gracias a ti por regalar al mundo algo tan grande. ¡Saludos literarios!
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