Un mandala tibetano conteniendo el título y el imponente nombre de Dalai Lama es lo que nos da la bienvenida en esta nueva publicación de Ediciones Martínez Roca: El corazón de la meditación.
Comenzando por un prólogo del doctor Jeffrey Hopkins, traductor de la obra, este libro nos ofrece en forma de manual una serie de explicaciones y de pautas para conseguir adentrarse en el mundo de la meditación. Cargado de oralidad, El corazón de la meditación es una amena e interesantísima charla con el mayor conocedor del ejercicio espiritual, el Dalai Lama. Como si este te hablara únicamente a ti - esa es la gracia de leer -, tras la lectura del libro da la sensación de que te ha sido impartida una clase particular acerca del secreto, de los beneficios y de las claves de la meditación.
El corazón de la meditación no es un libro con el que se busca especular acerca de esta actividad que tiene como objetivo el encuentro de la inactividad total. Esa paradoja del vacío pleno es algo que está llamando cada vez más la atención de los occidentales y está consiguiendo que se publiquen habitualmente libros como este. A partir de un poema de Patrul Rinpoche, uno de los mayores maestros tibetanos del siglo XIX, se va desgranando la sabiduría que este emanó a lo largo de su vida. El Dalai Lama desgrana ese poema que oculta infinita sabiduría zen y lo muestra con sus palabras al lector menos experimentado. De esta forma, con un vocabulario cercano y confidente se nos muestra el camino hacia la perfección, hacia lo más hondo de nuestra conciencia. Y en ese sentido, se puede incluso conocer de cerca experiencias reales de personas que han conseguido olvidar su cuerpo mediante la meditación, llegando incluso a morir, a abandonar su cuerpo antes de que este se diera cuenta.
Posiblemente una de las cosas que chirríen a la hora de leer esta obra sea la imperante necesidad por parte del Dalai Lama de etiquetar o dejar constancia del nombre de cada cosa, cuando la esencia de toda actividad meditativa es la de desconectar referencias, la de olvidar la importancia que durante tantos siglos se le ha dado al nombre de las cosas: esa máscara o disfraz que nos las ocultan. Pero en definitiva, con El corazón de la meditación se busca hacer comprender al lector que dicho corazón reside en el interior de todos nosotros y que lo oyen latir solo aquellos que aprenden a escucharlo; porque solo cuando se silencia el cuerpo este empieza a latir.
Víctor González.
@chitor5
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2 comentarios:
No me llama demasiado. Lo dejo pasar.
Un beso ;)
Es un libro enfocado a un tipo de lector muy concreto, es lógico. ¡Gracias por comentar!
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