¿Es posible desconectarnos de internet, de las redes sociales, de nuestros teléfonos inteligentes, sin sufrir unas consecuencias negativas en el trabajo o en la manera de relacionarnos con amigos, y en el entorno que nos rodea?
¿Cuántas conversaciones has mantenido sobre si internet o los miles de perfiles en Facebook, Instagram, Twitter, Tinder, todo esto te hace más libre, o te esclavizan?
¿Cuántas veces te has pasado frente al ordenador buscando algo en Google, o en una página y le has dado en un enlace, luego en otro, de éste te has ido a otra página y al final tras horas y horas de navegación no recuerdas qué es lo que estabas buscando? ¿Cómo invertimos nuestro tiempo libre? ¿Cuántas veces al día miras tu Whatsapp para ver si alguien ha dicho algo, o miras tu perfil de Facebook, o subes una foto?
¿Usas tu teléfono inteligente para todo? Leer el periódico, o un libro, jugar al Candy Crush mientras vas al trabajo en el metro, ligar…
Seamos sinceros, en cierta manera tenemos una dependencia digital. No hay más que levantar la vista del móvil y fijarte en cómo nos relacionamos las personas. En el metro todo el mundo (casi el 80%) viaja con el móvil en la mano. En las terrazas de los bares, o mesas de restaurantes, mientras te reúnes con amigos o tu pareja para contarte qué tal la vida, se dan varias circunstancias, o bien el teléfono está encima de la mesa, siempre dispuesto o tienes alguna conversación abierta en una red.
Una vez vi un vídeo en que te mostraba cómo podías dejar pasar al amor de tu vida de largo, sólo por, en vez de preguntar a alguien cómo llegar a una calle, buscarlo en Google Maps. Me impresionó darme cuenta de esa realidad, pero pensé que también puede pasar si estoy leyendo un libro en el parque que me está gustando tanto que me hace abstraerme del mundo.
Puede ser que mi acercamiento a este libro sea por algo en mi subconsciente que me diga que tengo que parar. Que me tengo que desconectar. En su lectura reflexionamos sobre todo esto que os he contado y más. Narrada de una manera muy amena y entretenida. De manera clara, nos va exponiendo las preguntas que pretende esclarecer. La hipótesis de si en el mundo actual, y en un futuro más tecnológico si cabe, si es posible desconectarse de internet y sobrevivir.
Nos presenta diez casos reales de personas que un día por diferentes causas, decidieron dejar de lado internet y lo consiguieron. Vemos el caso de Cristina, por ejemplo, y de su experiencia con Tinder y lo que supuso para ella. O vemos como Kaya se dio cuenta que vivimos sin dejarnos llevar, porque siempre está esa foto comentario en redes sociales, que tus padres, jefes o futuros empleadores pueden ver.
«Este nuevo internet, el que nos toca vivir hoy, ya no es ni por asomo una herramienta al servicio de la humanidad, sino que se ha transformado en un sistema que, al contario, pone la humanidad a su servicio. Se nutre de sus anhelos, de nuestra soledad, de nuestro gusto por los demás, de nuestra necesidad de comunicarnos, de nuestro amor por el conocimiento.»
Para mí, ha sido muy interesante su lectura, muy gratificante. Ha sido descrito como a medio camino entre autoayuda y ensayo crítico. Yo me quedo más con ensayo reflexivo. Y es que creo que sería muy recomendable su lectura a padres preocupados por las horas que pasan sus hijos enchufados al ordenador o tablet (vemos el caso de Jon y cómo con alternativas hemos conseguido una mejora social), también para educadores, ahora que tan de moda está tener tablets en las aulas, y en definitiva lectura recomendable para todos, pensemos cómo nos relacionamos ahora y cómo lo hacíamos antes. Nosotros, los que no somos nativos digitales.
Enric Puig Punyet, Doctor en Filosofía por la Universidad Autónoma de Barcelona y por la École Normale Supérieure de París, es escritor, artista y comisario independiente. Creador e impulsor de institutinternet.org y de Enter Forum, espacio para el debate sobre internet y redes sociales. Creador de ensayos fílmicos y de diversos textos, tiene publicado La cultura del ranking (Bellaterra 2015), donde reflexiona sobre la vuelta de los nacionalismos en la era de la globalización.
Ángeles Martín.
@Angelesmmartin
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