Jacky Fleming es la escritora y dibujante del libro titulado El problema de las mujeres. Nació en Londres en 1955, y sus primeras obras son una serie de postales con aires feministas. A partir de esas postales empezó a tener cierta fama y a ser conocida, lo cual le abrió algunas puertas para poder publicar en periódicos ingleses. En 1991 publicó su primer libro, cuyo título original es Be a Bloody Train Driver, al cual le siguieron seis libros más, entre los que encontramos El problema de las mujeres.
Se trata de un libro basado en la ironía y el humor explicado por una narradora en tercera persona. En este libro la autora trata de explicar el motivo por el cual no hay mujeres en la Historia de la humanidad.
Con este libro, la autora pretende hacer una crítica de la sociedad y de la interpretación de la Historia de la humanidad, en la que encontramos un número minúsculo de mujeres destacadas, mientras que estudiamos y alagamos el trabajo de un número inmenso de filósofos, científicos, artistas y deportistas hombres. Al principio del libro la autora apunta que en la antigüedad no existían las mujeres, y que cuando empezaron a existir, era con una cabeza diminuta. La finalidad de estas respuestas irónicas a la pregunta sobre el porqué de la invisibilización de la mujer en la historia es que los lectores y lectoras reflexionen y busquen tener una mirada crítica de su entorno y de todo aquello que les es explicado, que no se conformen con estudiar la historia que nos vienen dada; por este motivo el libro se inicia con el lema de la Royal Society, que es el siguiente: «No te guíes por las palabras de otros», la cual busca que nos informemos con todos los medios que tenemos a nuestro alcance y no nos conformemos con la información que nos dan, que el lector vea que la historia ha sido escrita por hombres que no han dejado espacio a las mujeres, pero que no por ello significa que no haya habido mujeres con importantes logros.
El título de la obra es ingenioso, de manera que puede hacer que el libro llegue a manos de mentes con tendencias machistas que se encuentren con una dosis de realidad y reflexión. Se trata de un libro con oraciones bastante simples, poco texto y muchas ilustraciones. De primeras, esta descripción podría llevarnos a pensar que se trata de un libro de mala calidad, sin embargo, observamos que es uno de los puntos fuertes del libro, permitiendo así, que el mensaje satírico llegue a un número mayor de personas. Es decir, permite que personas de edad e ideología muy diversa puedan entender el mensaje principal del texto y las ilustraciones. El mensaje del libro es directo y llama a la reflexión personal con muy pocas palabras; además de ser un llamamiento a la desobediencia y a la sororidad.
Es genial la manera en que la autora utiliza la ironía como medio de crítica al machismo que ha existido a lo largo de toda la historia de la humanidad.
Además, se exponen personajes conocidos como pueden ser Picasso, Ruskin, o Darwin y se presenta brevemente, pero de manera muy clara actitudes y pensamientos machistas que manifestaron durante su vida; a la vez que se explican logros muy importantes de mujeres a lo largo de la historia, pero sin excederse, dando lugar a que la persona que lea el libro se interese por la parte de la Historia en la que las mujeres han contribuido, pero no se les ha reconocido el mérito.
El libro finaliza con Darwin, razón por la cual, la lectura puede llegar a hacerse corta. Personalmente me hubiese gustado unas cuantas páginas más hasta llegar a nuestros días, sin embargo, considero que es un libro excelente que debería ir acompañado siempre de una gran reflexión.
Laia Vaquerizo Tortosa
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