La llegada de la primavera es la señal más clara de que por mucho que haya un largo invierno, lluvia y frío; siempre acaba saliendo el sol.
Y así con todo en la vida. Por muchas lágrimas que caigan, acaban desapareciendo. Un maravilloso círculo que nos permite creer en las segundas oportunidades, en el caer y levantarte, en el desamor y en el amor otra vez, en las idas y en las venidas, en los besos sentidos que se repiten y en todas aquellas personas que se despiden sabiendo que van a volver a aquel lugar en el que han sido felices. Por eso, porque el sol brilla, por las noches largas y por los casi amores de verano; bienvenida sea la Primavera.
Blanca de Paco.
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