CUENTOS CHINOS


No existen las princesas, ni los príncipes, no existen las hadas, ni los corceles blancos a lomos de los cuales montan caballeros de brillante armadura, no hay sangre azul, no hay bosques mágicos, ni minotauros, ni brujas, ni dragones, no existen héroes, ni malvados, no hay ningún castillo esperando, no trepará nadie por una enredadera a no ser que quiera matarse, no hay genios de la lámpara, ni sirenas, ni lugares que esperan más allá de las estrellas, ni conjuros, ni alfombras voladoras, ni leñadores que vengan a salvarme, no hay manzana envenenada y mucho menos beso de amor verdadero capaz de salvarte de una intoxicación y siendo realistas yo no confundiría a mi abuela con un lobo vestido con camisón, ya puestos tampoco acariciaría una rueca con el dedo, las bestias a menudo son solo bestias y no hay por qué intentar cambiarlas, y ninguna parca teje nuestros destinos, los unicornios y los pegasos son poco probables y el polvo mágico no dura más de 15 minutos por lo general, ni príncipe, ni caballero, ni héroe, ni leñador vendrán nunca a salvarnos.

Pero puestos a tener a alguien al lado, hay que andarse con cuidado, que más vale un hombre valiente, que un príncipe malcriado. 

Alba Ferrer.

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