Supervivientes es una recopilación de relatos que tienen como nexo de unión a supervivientes del Holocausto nazi. En común, el intento por comenzar una nueva vida después de ese horror. Pero, ¿cómo se reconstruye una vida habiendo pasado por algo así? ¿Es posible continuar y olvidar? O incluso ¿perdonar? Cada relato te hace pensar, remover la conciencia y los sentimientos. ¿De qué somos capaces los seres humanos?, y lo que más me intranquila es que veo que no somos capaces de aprender.
Otro de los temas que podemos observar a lo largo de las diferentes narraciones, es el sentimiento de no sentirte ni de tu nuevo país o continente ni del tuyo. Ni de aquí ni de allí: «mi niñez está allí, y mi juventud está allí, y todas mis posesiones más queridas están allí. Todo lo que me importaba, y todo ha desaparecido». ¿Quién no se siente así cuando ya no vive en la ciudad donde se ha criado?
Y la culpa, el sentimiento de culpabilidad por vivir tú y otros no. Por qué tuvo que suceder, por qué murieron mis padres y mis hijos, mis amigos y yo he sobrevivido. O culpa por lo que hicimos por vivir.
El libro está compuesto por seis relatos. En El novato nos encontramos a un inmigrante recién llegado a Montreal, que busca trabajo en un taller y que a pesar de estar en primavera, no se desprende nunca de su grueso abrigo de invierno: «pero el frío que siente Baruj no es el del clima canadiense, sino el de los recuerdos congelados en su interior».
Último amor nos hace reflexionar sobre qué harías por amor, por la persona que más quieres en tu vida, por cumplir su último deseo.
De qué sirve sobrevivir a un campo de concentración si en tu vida no pasa nada, si tu existencia pasa inadvertida. Esto es lo que nos plantea Un viernes en la vida de Sarah Zonabend.
Sin duda el relato más duro es el La venganza de Edgia, me ha impactado especialmente. ¿Qué serías capaz de hacer para sobrevivir en un campo de concentración? Vale todo por vivir. Podemos juzgar moralmente conductas en situaciones extremas donde el objetivo es vivir un día más. La culpa marcará la nueva vida de una de las protagonistas de esta historia: «estoy preparada para someterme, para rendirme a la ley perversa que parece gobernar las psiques de los supervivientes cuyas almas permanecen en el campo de concentración y que nunca serán libres». Bastante duras estas palabras, pero desgraciadamente reales para miles de personas. Otra de las frases que me han hecho pensar y me ha impactado es cuando se nos presenta a la otra protagonista, Edgia: «Era de esa clase de mujeres que se mezclan en lo que las rodea como un objeto al que el ojo se acostumbra rápidamente y que deja de percibir». Creo que es una de las peores maneras en las que los demás pueden definirte. Ser indiferentes, transparentes.
Pajarillo Rojo nos habla de la dureza de sobrevivir a tus seres queridos, y lo peor de todo, a tus hijos. Cómo esto afecta a tu mente y a tu comportamiento y cómo hace que veamos de una manera comprensiva actuaciones totalmente cuestionables.
Y el último de los relatos es el único que es real, y es un homenaje al poeta Simkha-Bunim Shayevitch, con el que convivió en el gueto de Lódz (Polonia) y del que solo dos poemas de su obra lograron sobrevivir al exterminio. En este, el superviviente son los poemas, la cultura, la lengua yiddish.
La verdad es que me ha gustado mucho leer este libro, pero a la vez me ha causado gran dolor. Lo he tenido que hacer poco a poco. No era capaz de empezar una nueva historia sin reposar la anterior, sin reflexionar e interiorizar el gran aprendizaje vital de cada uno de ellos. Y es que siempre es complicado leer sobre los campos de concentración, el Holocausto, porque fue verdad. No solo son cuentos, son realidades. Y aunque han pasado pocos años, parece ya tan lejano que da miedo que se nos olvide los horrores que somos capaces de cometer.
Java Rosenfarb nació en Lódz, Polonia 1923, y murió en Canadá en 2011. Vivió en el gueto de Lódz y pasó por varios campos de concentración entre ellos Auschwitz. Cuando finalizó la guerra emigró a Bélgica para después trasladarse a Canadá. Es considerada la escritora más importante en lengua yiddish. El yiddish es un idioma perteneciente a las comunidades judías tanto del centro como del este europeo, así como aquellas de sus descendientes en el continente americano y otros lugares del mundo, conociéndosele alternativamente como judeoalemán. Es autora de varios libros de poesía, teatro y narrativa, en la que destaca The Tree of Live (1985), trilogía basada en su experiencia de vida y considerada su obra maestra, una de las mejores representaciones literarias del Holocausto, pero gran desconocida fuera del mundo judío. Survivors, el libro de relatos, fue su última obra en 2004.
Ángeles Martín.
2 comentarios:
No me llevo muy bien con los libros de relatos, pero este no me importaría leerlo.
Un beso ;)
¡Dales una oportunidad a los libros de relatos, seguro que no te decepcionarán! Muchas gracias por tu comentario.
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