Tragicómico e indignante es el relato de El Precandidato, escrito por Alfredo Belasio. Con un ritmo acelerado, cuenta la maquinaria política que se pone en marcha a la hora de formar una figura pública aceptable. El fin es proponer un candidato para el partido que sea fácilmente manejable y que sea votado por los ciudadanos.
La tiranía con la que se desenvuelve el protagonista es lo que causa tal indignación y llama a una reflexión: ¿habrá pasado esto en la historia más reciente de la Argentina? El libro comienza con un prólogo que aclara el carácter ficticio del relato y que «cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia». Las coincidencias son muchas.
El precandidato Antonio Solventi debe ser reconocido públicamente para acceder al juego político. Realiza viajes a diferentes puntos del globo, asiste a eventos importantes y responde a las preguntas de los periodistas. Para poder llevar a cabo correctamente esta tarea es acompañado por su equipo: su mano derecha, una prostituta y un traductor. Este último, además de traducir, mejora las respuestas de Antonio para una buena recepción. Por esta razón, atraviesa una lucha interna que lo lleva a una disyuntiva: seguir trabajando con Antonio para paliar su mal momento económico causado por la desocupación, o renunciar para dejar de contribuir con la formación de un precandidato aberrante.
Es curioso observar en este libro los hilos que se mueven por debajo de la mesa, es decir, aquello que no se sabe y nunca saldrá a la luz. Lo que hay detrás de una figura pública que da un discurso a una multitud; las negociaciones que nada tienen que ver con la política, sino que se asemejan a un acuerdo entre privados. Sin embargo, estos tienen repercusiones en el día a día de los ciudadanos, en la cotidianeidad y en el transcurso mismo de los hechos.
Es válido repensar los lugares que se han construido para la política, las herramientas disponibles para intervenir en esa maquinaria que nada tiene de inocente. Ante todo, se observa una interacción desigual entre los que sólo alzan su voz a través del voto y los que tienen la capacidad de ofrecer las personas que representarán al pueblo.
Diana Novoa.
@diananovoa
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