BALA PERDIDA

Quizá solo tu presencia consiguió hacerme despertar, quizá fue el olor de tu pelo, el susurro de tu voz, el contacto de tu piel o el dulce hedor de tu ego.

Quizá sólo tu cálido aliento me devolvió a la vida, quizá fueron tus besos llenos de violencia, el tacto de tus caricias, tu sonrisa pícara o tu implacable prepotencia.

Tuve miedo a no volver a ver el mar, tuve miedo a no poder rozar el sol, a no volver a sentir los rayos de luna bañando nuestra piel, a seguir estropeando con mi letra torpe folios y folios en blanco, cartas sin destino ni destinatario, a sentarme en la arena de la playa observando el sol caer a mi pies mientras me derramaba entre los recovecos de su cama.

Quizá fue mi corazón de cristal,  el tiempo congelado en mi reloj de agujas, la oscuridad permanente de mi cuerpo, el dolor intenso de mis heridas adornadas con sal.

Quizá fue mi expresión sin vida, quizá fue mi aspecto de bala perdida, quizá fueron mis manos inertes, quizá resulte que el amor es fuerte.

Alba Ferrer. 
@dihiftsukai

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