LO QUE ME GUSTA DE LAS PALABRAS. Y OTRAS COSAS


Me pasa una cosa, que me gustan las palabras. Lo que más me gusta de las palabras es que todo el mundo puede hacerlas suyas, acogerlas. Hacen unos del “rojo” la más intensa de las pasiones y otros – de ese mismo “rojo” – la más descarnada de las violencias. 

Lo que más me gusta de las palabras es que caen como quieren sobre nosotros. A veces, como gotas de lluvia, mojan, calan hasta dejar los huesos de hielo; otras, sin embargo, nos llenan el rostro de polvo y tropiezan por nuestros labios haciéndonos dudar de nosotros mismos. La nitidez pasa a ser cosa de los grandes.

Lo que más me gusta de las frases, de las palabras, es que bailan como quieren, nos cautivan o nos invitan a que las useamos a nuestro antojo. Lo que más me gusta de las palabras es que nos seducen, nos hacen suyos haciéndonos creer que somos nosotros los que las hacemos nuestras. A veces consiguen que todo cobre sentido, y a veces hacen que todo lo pierda. 

Y yo, simplemente, me dejo escribir por ellas. Me dejo decir por ellas.

Por cierto, también me pasa que duermo, pero con los ojos abiertos. No hablo de soñar, o de imaginar, hablo de dormir. Hoy me ha despertado una canción y he llorado, he llorado porque no sabía que estaba dormida. 

Duermo cuando vivo sin sentir que estoy viviendo; cuando cierro los ojos y veo menos que cuando los tengo abiertos. Duermo cada vez que no amo. Duermo si piso y no mancho, si no piso por miedo a manchar o si mancho sin saber por qué estoy pisando. Duermo cuando no imagino, cuando no creo, cuando  no construyo. Duermo cada vez que no me desprendo de un pedazo de mi alma para ponerla en aquello que quiero hacer mío.

Y como de las palabras, también hay algo que me gusta del dormir: el despertar. Llevo durmiendo y despertando toda la vida y hoy mi despertar será compartirme contigo. Realmente no tenía nada que decir, quizá por eso esté diciendo algo.

Otra cosa que me pasa es que adoro no hacer nada con alguien a mi lado. Adoro aburrirme mientras nos miramos a los ojos. ¡Y lo que me encanta cruzarme con desconocidos que piensan, como yo, “qué estará pensando”!. A veces me enamoro de alguna gente que no conozco demasiado, o que no conozco en absoluto, y me sonrío al imaginar que me atrevo a hablarles, así, de la nada. Me entretengo, cada dos por tres en “qué pasaría”. Me entretengo inventando unas palabras.

Lo que más me gusta de las palabras es que, cuando despierto, me hago pedacitos con ellas. Y vuelo al pronunciarlas, y quedo para siempre al escribirlas. 

Aunque, en realidad, lo que más me gusta de las palabras quizá sean sus silencios.

Sammy.
@sarazamz 

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