ENCUENTROS IMAGINARIOS


Simplemente hay personas que no son para ti. Así de simple. Hay que saber dejarlas marchar, dejarlas volar para así poder volar tú también. Lejos, muy lejos. Normalmente, siempre idealizamos a ese tipo de personas. Dándoles el gusto de dejarlas habitar en nuestra mente olvidando por completo que no son como nosotros creemos. Y lo malo de idealizar es que nada tiene sentido en un mundo real. Todo pierde sentido cuando empiezas a aterrizar por un aviso de emergencia; cuando exiges explicaciones, planes, flores, abrazos, actos, cuidados, un hoy por él o ella y por ti nunca. Todo es mucho más simple, no hay nada. Porque al fin y al cabo, las ideas son como los perfectos y blancos copos de nieve, cuando tocan el suelo se funden, desaparecen. 

Y lo mismo sucede con esas personas que no son para ti. Debes aceptarlo, dejar de crear realidades paralelas protagonizadas por encuentros imaginarios. Aprender a ver la realidad, ver las diferencias que os unen y la distinta forma de ver la vida y sentir. Dejar ir, empezar soltar esa cuerda tensa que solo provoca agujetas en el corazón de tanto tirar. Soltar, respirar y darte una oportunidad. 

Una oportunidad de volver a sentir, de limpiar tu mirada y barrer tus rincones, continuar de frente sin mirar atrás para comprobar si esa persona te sigue, porque no lo hará. Por una simple razón, quien de verdad te quiere no te deja ir, jamás. Por eso, plántate cara a ti mismo, destruye ese vínculo imaginario. Mereces más, siempre lo has merecido. 

Titanium.
@blancadepaco

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