Podrás tener mil experiencias, lujos o promesas, pero al final estarás igual de vacío que al inicio.
Sentirás esa eterna confusión de no saber en dónde estás o hacia dónde vas.
Llorar sin motivo, sonreír sin razón, el enojo habitual ¿te suena familiar?
Vastas opiniones y nulas explicaciones, poco sentido a lo mucho vivido, y todo es igual, ¿no?
Naciste roto, ese es tu privilegio, eres tú y para eso... para eso no hay cura.
Alexis Da Costa Yañez de Puebla.
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