Siempre fuiste mi hora favorita del día. Cada vez que me esperabas debajo de mi portal mostrando tu sonrisa más sincera. Siempre tenías algo bueno que decirme; por muy mal que fueran las cosas alrededor de nosotros. El mundo se derrumbaba y nosotros nos besábamos. Encontrábamos el lado magnífico de la vida, supongo que el estar juntos era más que suficiente.
Teníamos esa extraña sensación de saber que nos tendríamos para siempre. Y no por haber hecho promesas, sino porque decidimos vivir el día a día y eso nos convertía en amantes reales y vivos. Sumábamos día a día a pesar de aquellos momentos que parecían restar.
Y no sé por qué te escribo en pasado, sabiendo que tenemos un presente y espero tener un futuro; simplemente, viviendo el día a día, sintiéndonos a todas horas sin necesidad de estar. Porque así somos nosotros; por muy lejos que estemos sabemos que nos tenemos.
Blanca de Paco
0 comentarios:
Publicar un comentario