¿QUÉ SERÍAMOS SIN ELLA?


Hay que pensar en la vida como esa perfección absoluta que nos ha tocado vivir. Aprender a valorar los pequeños detalles que nos hacen ser mejores. No os estoy hablando de si os toca o no la lotería, de si el amor está de vuestro lado o si de hoy llueve a pesar de no llevar los zapatos adecuados.

Os hablo de esos sorbos de café caliente que puedes disfrutar un sábado por la mañana cuando todos duermen, de cuando sales a dar un paseo y miras al cielo dejando que los rayos acaricien tu piel. Hablo de entrar en una librería y encontrar el libro que andabas buscando, de coger el coche a no sé dónde y dirigirte a ningún lugar, a cantar en la ducha, a encontrar los vaqueros perfectos o mejor, de comer helado en invierno. ¿Veis? Todo eso depende de uno mismo, de nadie más. Basta de poner tu felicidad en los labios de alguien. El mundo es tuyo. Disfruta de los momentos que te da la vida, son vitaminas para sobrevivir en las fatídicas gripes de emociones. Vive, baila y besa. Apuesta aunque pierdas, llora y ríe; siempre en ese orden.

No penséis en lo que os sucede, pensar siempre en vosotros y en vuestra actitud. La vida aunque a veces parezca puta, es perfecta. Nosotros somos quienes la fastidiamos, quienes hacemos daño, quienes destruimos. Y eso no es propio de nosotros. Lo propio es amarla, disfrutarla. Porque al fin y al cabo, ¿qué seríamos sin ella?  

Titanium.
@blancadepaco

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