Sentado en un banco de la universidad, leía. Leía y dejaba de hacerlo, leía y dejaba de hacerlo. Un murmullo incesante a su alrededor le envolvía estrepitosamente.
La universidad y su murmullo, leía y dejaba de hacerlo. En su cabeza, un murmullo, un libro y la duda de si continuar leyéndolo.
De pronto, alzó la mirada y lo vio… el vuelo de aquel pequeño pájaro.
Ana Lacueva.
0 comentarios:
Publicar un comentario