Vivir es dejar que las cosas te calen muy dentro, no tener barreras emocionales ni sonrisas maquilladas. Vivir es caer y volver a levantarse, es sufrir por alguien que te ha dado la espalda y amar a los que siempre están a tu lado. Es saber decir basta cuando algo no te gusta, es buscar tu lugar en el mundo, por muy pequeño que sea. Vivir son los amigos, las cervezas y el verano, para qué mentir. El verano es la época del vividor; cuando realmente valoras lo que tienes, cuando tienes tiempo de contemplar el mar y darte cuenta de lo hermoso que es vivir, a pesar de los demonios de cada uno. Vivir es dejarse llevar, es amar a tu persona especial y saber cuidarla. Es besar, bailar y comer. Es estar con la familia y con uno mismo. Es una larga noche de verano en la que te reúnes bajo las estrellas con personas estupendas y te despides de ellas con el sol en la frente, es arreglar el mundo y los sueños apoyado en el maletero de un coche con unas copas encima, es no mirar el reloj y retar a la suerte a altas horas de la madrugada.
Pero sobre todo, vivir es ser feliz y la felicidad consiste en disfrutar de cada momento, de cada minuto, de cada segundo. Dejarse de preocupaciones y de limitaciones absurdas. Por eso, aprende a vivir y déjate ser feliz.
Blanca de Paco.
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