Decía el poeta estadounidense James Russel Lowell que «los libros son las abejas que llevan el polen de una inteligencia a otra». Y algo así es lo que ocurre en esta magnífica novela de la que hablamos hoy. María Nieves Fernández coge al lector como si de un marionetista se tratara y lo lleva, a su completa voluntad, de personaje en personaje, de cabeza en cabeza, por un sendero tan embriagador y satisfactorio que al acabarlo - trágico momento -, acaba creando en nosotros una triste dependencia.
Confluencia es la secuela de la primera novela de esta escritora ciudadrealeña – Los ojos del misterio – en la cual, a partir de dos personajes secundarios de esta primera, se extiende toda una trama de fantasía, sacudidas y sobre todo buena literatura, que es lo que mejor caracteriza a María Nieves Fernández. Nayla, una chica que siempre se moverá entre un deseo natural de romper con las normas y un orden lógico impuesto por su entorno, se verá de pronto atraída por un desaliñado inspector de policía que aparecerá en su vida para quebrar la rigidez cotidiana que tanto le había costado construir alrededor de un marido ejemplar, un trabajo estable y una atmósfera sin esquinas punzantes. Junto a Adrián, el inspector, se verán introducidos en un mundo que nace de ella, un mundo de magia que creía tener controlado. Por la fuerza sobrehumana que explota en su hijo, la energía que nace de su interior y la obsesión por la búsqueda de respuestas del policía, Nayla se dejará llevar por una corriente donde a cada tramo se le presentará un obstáculo el cual, solo con el profundo conocimiento de sí misma, podrá superar. De la mano de estas mentes que atrapan y no sueltan, el lector también se verá llevado a la Inglaterra del siglo XVII, donde conocerá la historia de Mary y William, donde vivirá tragedias y amoríos, donde sufrirá en sus propias carnes la caza de brujas, las injusticias por odio, las viles acciones a las que lleva el poder desmesurado. Entre esos dos mundos distintos, entre esas dos épocas separadas por tantos años, un hilo invisible conectará a todos los personajes y provocará que su sombra llegue hasta nuestros días para acabar, en este preciso momento, en una batalla tan bien tratada que acaba dejando marca incluso en el lector; pero no en la piel sino en su corazón.
María Nieves Fernández conjuga con maestría recursos que recuerdan a grandes escritores como Agatha Christie y ese talento por dejar las pistas en el lugar más adecuado que la llevó a confesar, algo que se ha conseguido en esta novela, que «el detective nunca debe saber más que el lector»; o a Patrick Rothfuss por ese manejo de dos tiempos distintos, por ese viaje con éxito a un pasado de tabernas, moteles y pueblos de caballería cargados de una atmósfera fantástica; o incluso al gran Stephen King por esos cliffhangers de cada final de capítulo. Todo ello, convierte a Confluencia en una novela que desprende olor a cine, que convierte el tiempo de su lectura en un viaje acomodado a través de la imaginación. Si lo que se busca con la literatura es entretener, divertir, conseguir que el lector se abstraiga por un tiempo de todo lo que nos sacude diariamente, solo se puede decir aquí que María Nieves Fernández ha pasado de alumna aventajada a profesora. Y que nos siga enseñando.
Víctor González.
@chitor5
1 comentarios:
Mil gracias compañero por esta impresionante reseña de mi novela. Un abrazo enorme.
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