Se ha citado. Con él. Con ella. De entrada: sonría. Y de salida sonría más.
Se ha citado y no llegue usted tarde. Ni pronto. Llegue a la hora porque llega la hora de no mirar el reloj. Mírese a usted. Porque usted hoy luce y hoy lucirá mejor. Cítese.
Citado y citada está. Puede leerse usted en cada latido. ¿Lo siente? Recuerde...sonría y respire....sonría...y respire...Se han citado ustedes dos. Nadie más. Y están llegando a su cita. Y acaban de llegar. Dos besos. Una cita. ¿Qué tal estás? Está usted citado así que cítese.
Citas de caramelo. Citas de terciopelo. Citas entre sus manos las melodías de sus versos. Dígale usted lo que cita e incluya también lo que excita, que de los y las ex también se aprende que serán los últimos publicitados. Por eso no les cite y cítese.
Y de tanto citar recite. Que quiere oírle a usted recitar. Pida el vino menos citado de la carta y beba sus poesías de una sangre que no mancha. Dedíquese a citar que está usted en una cita muy solicitada. Y disfrute en el paladar de sus sonrisas. Mientras se cita...cítese.
Cítese de en medio. Que de perfil ya lo citan a usted. Cítese de pleno que de vacío todos se dejan ver. Y cite el postre que la cita va bien. Que la tarde se hizo tardecita y la noche es nochecita para usted. Y recuerde: Cítese.
D.A.C.
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