La vida está repleta de dudas. Nos pasamos el día dudando; de lo que hacer, del cómo y cuándo e incluso de con quién. Y olvidamos que en la vida no hay suficiente tiempo para las dudas porque está repleta de trenes que pasan sin dudar. Dejemos las dudas a un lado. Sintamos sin dudar. Porque, ¿sabéis cuál es el motivo de las dudas? El miedo. Miedo de que nos hagan daño, de equivocarnos, de arrepentirnos y de quedarnos solos. Y el miedo, no sirve de nada.
Empecemos a ser valientes, a no dudar. A ser nosotros mismos y a alejarnos del miedo. Empecemos a sentir de verdad, a tirarnos a piscinas por muy vacías que estén, a comer helados en invierno y a besar a pesar del miedo. Porque nadie podrá hacerte daño si eres de los valientes, de los que besan a pesar de saber que la otra persona podría romperle a pedazos cualquier día. Nada te dolerá tanto si te comprometes contigo a ir un paso por delante de las dudas. Recuerda las tres claves de la vida para ser feliz; besa, viaja y no dudes. Suerte en el camino.
Blanca de Paco.
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