Siempre fuiste de correr. De volar tan alto que tuve que aprender a usar mis alas para alcanzarte. Y a veces siento que te tengo y otras que te vas. A veces te siento cerca y otras te siento lejos. A veces comparto mesa con la soledad y otras comparto mesa con tu dulce mirada. Quizás esto sea la realidad que solo tú puedes ofrecer. Un día vivir en las nubes y otros aterrizar en el mismo infierno. No sé. Es la única forma de entender el por qué te vas y el por qué vuelves. El por qué me buscas sin cesar y el por qué a veces ni siquiera quieres hablar. Quizás confíe demasiado en ti, en lo nuestro. Y quizás me equivoque, como tantas otras veces. No sé. De ti aprendí a ser valiente, a enfrentarme con la vida. Y por eso, sigo esperando a que cambies. A que te decidas. Pero algo me dice que cuando lo hagas, ya será demasiado tarde. El frío invierno habrá pasado y ya no buscaré el calor entre tus brazos. Ya no.
Blanca de Paco.
@blancadepaco
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