Así va el mundo. Girando entre conformismo y pasiones individuales. Sumergidos en el bucle del individualismo. Porque hoy en día pensar entre dos es arriesgarse demasiado. Eso ya no existe. Todo se reduce a uno mismo, y quien hace lo contrario es considerado un loco encerrado en el manicomio de la vida. Se empeñan en construir barreras emocionales y en huir de las sonrisas compartidas. Nadie arriesga. Las personas prefieren jugársela por ellos mimos que por alguien más. Que duele menos, dicen. Pero olvidan que el ser humano necesita del otro para ser feliz, y que solo en el pecho de alguien se encuentra la perfecta comodidad y no por eso, dejas de ser tú mismo. Todo lo contrario. Porque no hay nada más hermoso que reconocerse en los ojos de alguien y olvidarse hasta de uno mismo, aunque sea solo por un instante. El amar no te aleja de quien realmente eres, si no que te acerca a la perfección de la vida. Al fin y al cabo, por mucho que intentemos engañarnos, todos estamos enganchados a la fabulosa y sana droga del amor. Y por suerte, no existen centros de desintoxicación para ella. De lo contrario, todo el mundo ingresaría por voluntad propia.
Blanca de Paco.
@blancadepaco
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