Para Fe,
¿Cómo algo tan negro,
tan pequeño y circular
puede hacer a mis sueños
creer que pueden volar?
Te vi del todo frágil
rostro y miedo angelical,
esa falta de besos
alrededor de tu lunar.
Decidí que fuera yo
quien luchara por llenar
aquello que tantos otros
decidieron despreciar.
Decidí que fuera yo
sin pensar en el amor
que quizás habías dejado
en otro corazón.
Tengo unas alas que se quejan,
que no pueden volar,
impregnadas por el lodo
que desprende tu lunar.
Y unos labios que no besan
que me dicen ¿dónde estás?
y les respondo
que el problema
no fue irte
sino llegar.
Me piden que lo beba,
que lo vuelva a buscar
que te haga la misma broma
de irme corriendo a bañar
a aquello que yo llamaba
el mar negro de tu mirar.
Ahora me lamento y siento,
ahora es cuando me miento
creyendo que habrá otra
que ocupará tu lugar.
Y quizás la haya,
y quizás no.
Y quizás te vayas,
y quizás no.
Pero no hay quizás
cuando pienso
que no habrá nadie capaz
de ocupar el vacío
que va a dejar tu lunar.
VG.
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