VENDETTA ALMA


Le falta algo de maquillaje por el pómulo izquierdo. Lo han puesto en la cámara hace menos de tres horas y un cuarto del rostro ya lo tiene amoratado. Han pasado tres días...Hay que tenerlo en cuenta.

Pero la retahíla de personas que van desfilando por la suite tanatorial no parecen tenerlo en cuenta: lloran, la mayoría lloran entre lágrimas de sorpresa...es verdad... existen y co-existen recuerdos buenos que ahora vienen a la mente de un plumazo...borrando los malos y, también, borrando las humillaciones motivadas que ahora encuentran un motivo no tan digno...no tan vivo. Ahora vienen a la mente... a buenas horas. Se posan recuerdos como agujas de dolor chispeante en las sienes de todos y cada uno de los doloridos motivadores de un despido.

Lo tienen ahí. Inmóvil pero con cierta sonrisa activa y sugerida tras sus labios cosidos. La tarde ha caído pero el reguero de personas continúa su plañidera y compungida penitencia. “Te acuerdas aquél día que nos invitó a...” “Cómo le gustaba que le contasen aquella historia del día en que...” “Cuando tenía el día era único...daba gusto estar charlando con él...” Pero, ¿quiénes son? Ah, cierto, antiguos compañeros no sólo del colegio ni del trabajo, sino compañeros de la vida, “extras” que hasta ahora no eran ni extras de su vida sino secundarios incisivos...tóxicamente incisivos. Ninguno se atreve a decir lo mucho que cada quién se arrepiente de estar de pie sin sonrisa ante la sonrisa de un inmóvil.

Y al despertar lo mismo. La doble jornada de despedida amanece y prosigue con la misma mentira y arrepentimiento que la que se fue a dormir entre mortajas. Lloros de buena mañana, en una mañana lluviosa adherida al baño salado de lágrimas. “Aún le quedaba mucho por vivir...” “Qué joven se nos ha ido...“ "Pero qué le ha pasado? Tan mal estaba?” Se nos ha ido...Ahora es vuestro...claro...siempre fue vuestro, vuestra mascota, vuestro títere de juicios y censuras...de reproches y condenas. Ahora es más que nunca vuestro. Aceptadlo. Es más títere que nunca, así, inmóvil y con la sonrisa perpetua y guasona como regalo de partida.

Y tumbado, con la sangre en excitada bonanza, propuso la misma sonrisa dibujada en el rostro en calma y que ahora contempla. Con los pies aún anclados en la arena blanquecina y bermellona, tiene el móvil entre las manos reflejadas por un Sol del Pacífico. Las olas suenan más descansadas que nunca...Los graznidos de las aves oceánicas restallan a revancha. Una revancha que al fin llega en cuerpo de victoria. “Qué bien me han dejado. Encargaré a esos mismos currantes que me envíen más maniquíes de mis anhelos femeninos...Si los moldean igual de bien que mi propio cadáver casi que pensaré que son anhelos reales...en cuerpo y alma...”

Pero no le hacían falta más encargos de plástico....Más allá, penetrando en lo hondo de esa tan mortal como inmortal isla, aplacada e idílica, encontrará a otros cuantos y cuantas humillados y ya rescatados entre risas y vendettas por sus captores...Encontrará a los mismos que dejaron sus cuerpos de plásticos entre mortajas al engaño y al lloro de sus deudores. Claro está que además de su cuerpo y alma se ha llevado el móvil...En algún lugar tenía que ver y disfrutar de su farsa más certera que nunca...de su muerte. En algún lugar tenía que ver y disfrutar....Vendetta alma...

Daniel Arrébola.
@apetececine

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