José Sanclemente, economista y experto en medios de comunicación, antiguo consejero de empresas como Grupo Zeta o Antena 3 TV y fundador del diario ADN y eldiario.es, entre muchas otras cosas.
Vuelve a cargar sus dedos de tinta para elaborar la que será la tercera novela de una saga que ya cuenta con Tienes que contarlo y No es lo que parece. En Esta es tu vida retoma a los personajes que dieron vida y calor a las dos anteriores: el inspector Julián Ortega y la periodista Leire Castelló.
Víctor G: ¡Por fin Alella! ¿Qué te hizo decidirte?
José Sanclemente: Cuando pensé la localización de una trama que arrancaba en una iglesia me pareció, al ya conocer la de Alella que, aún desvirtuándola, sería un buen escenario de arranque. Generalmente, cuando escribes un libro lo mejor es escribir sobre algo conocido. Para mí, fue muy importante conocer la Masia de Can Lleonart, los restaurantes de la zona, o la Torre del Governador. La elección fue sobre todo por dos motivos: uno, por el cariño a mi pueblo, donde vivo desde hace 30 años; y segundo, por conocimiento. Era mucho más fácil sentir y ver lo que sucedía alrededor de un pueblo cuando se instalan unas cámaras de televisión y empieza todo un espectáculo. Por un lado me fue más fácil y por otro tenía una parte de agradecimiento al pueblo donde llevo tanto viviendo y que me parece estupendo y muy bonito, y que tiene un ambiente que por estar a unos 15 kilómetros de Barcelona no se le pegan muchas cosas de la ciudad. Fue como un revulsivo, si tú pones en medio de una gran ciudad como Barcelona todo de cámaras y camiones poniendo grúas te sorprende mucho menos que en un pueblo pequeño donde ello altera toda su vida. Un pueblo en el que hay un cierto horario que para mí lo marcan las campanas, las cuales cuando al inicio de la novela están descolgadas parecen hacer que el pueblo funcione de otra manera. Ese horario acabará siendo diabólico porque se cometerá un crimen. Me pareció que estar dentro del pueblo, con las cámaras, con una unidad móvil, una invasión de la televisión, era como mucho más eficaz que hacerlo en medio del Paseo de Gracia, donde estaríamos más acostumbrados.
VG: Volvemos a ver al inspector Julián Ortega y a la periodista Leire Castelló investigando el caso de un extraño asesinato. Sabemos que para crear al personaje de Leire te basaste en la imagen de la periodista Margarita Landi pero, ¿Piensas que alguno de tus personajes podría ser un alter ego de ti mismo? ¿Evolucionan estos a lo largo de tus obras? ¿Ha habido alguna ocasión en que hayas cambiado el destino preestablecido de alguno por alguna circunstancia?
JS: Margarita Landi, pseudónimo de Encarnación Verdugo, que era una gran periodista de sucesos en un momento en que no existen ni los teléfonos móviles ni Internet y que por tanto tiene que ir a pie de terreno para descubrir cualquier asesinato, buscar pruebas, etc; acaba siendo una especia de policía. En esa parte de investigar, de interés, de amor por el periodismo, de buscar la verdad, que es lo que hace Leire, una chica joven pero dotada con las nuevas tecnologías sí que tiene que ver con Margarita Landi. En cuanto a la inspiración física es mucho más de periodistas que yo he conocido más jóvenes en las últimas etapas en el Periódico de Catalunya o en el periódico ADN, el cual fundé. Había periodistas muy jóvenes pero con mucha ilusión. Con poca experiencia pero que querían estar en el lugar, a pesar de haber ruedas de prensa, Internet.
Cuando uno escribe siempre hay algo de uno mismo que va dejando en cada personaje, pero no me identifico con ninguno. Incluso creo que es la parte más generosa la de al ponerte a escribir poder poner en boca de tus personajes contradicciones que no son las que tú pensarías o de la forma que tú actuarías.
A pesar de ser los mismos personajes en esta tercera novela, tanto Julián como Leire van evolucionando a lo largo de las tres. En esta en concreto, le he puesto una impronta más psicológica a ambos personajes. Primero, por la propia relación que tienen entre ellos, de enamoramiento complicada; y segundo, he intentado buscar claves en la relación que el inspector Julián Ortega tiene con su madre y con el pasado de un padre que murió y que cree que no estuvo por la familia. Creo que en esta novela es donde más he intentado que los personajes tuvieran más aristas, más recorrido y una evolución más psicológica.
Cunado empiezo a escribir tengo una brújula a donde quiero ir pero no tengo definido hasta dónde me llevarán los personajes. De hecho, en esta novela hay un punto de inflexión cuando yo voy a México, a la feria del libro de Guadalajara, y visito el Hospicio Cabañas, que lo fue hasta el año 2000 y ahora es un monumento protegido por la UNESCO donde se llegaron a albergar más de 2.000 huérfanos. Me impresionó de tal manera la historia que había detrás que me cambió el planteamiento de la novela. Tuve que cambiar incluso la propia estructura. Mis novelas intentan ser muy rápidas, cinematográficas, basadas en temas que podrían ser reales, pero a veces me ocurre que la propia realidad de lo que va pasando me hace cambiar o adaptarme a lo que va pasando. Por tanto, sí empiezo con brújula pero no con todo totalmente definido.
VG: Vemos que la trama del libro vuelve a fijarse en el poder e influencia que tienen las grandes empresas sobre todo lo que nos rodea. Pero, además, en este caso añades otro organismo con más poder y sobre todo más historia: la Iglesia. ¿Qué has querido expresar incluyéndola? ¿Qué papel consideras que desempeña realmente en la sociedad?
JS: ¡Qué pregunta más difícil! La Iglesia en nuestro país tiene medios de comunicación, empresas, etc. Alguna comunidad eclesiástica, como en la que está basada el libro: la Legión de Cristo, tiene universidades, empresas…diferentes inversiones. La Iglesia no deja de ser un punto de referencia o de encuentro para muchos. Quiere influir en sus feligreses. Una de las cosas que utiliza son los medios de comunicación. En España y otros países los tenemos con participaciones. En esta novela, la Iglesia tiene un papel importante en cuanto a que ostenta una buena parte del accionariado de la cadena de televisión en la que se basa. El lector se acabará encontrando cuál es la forma de actuar de ese poder que quiere tener la Iglesia que, al fin y al cabo, no deja de utilizar los mismos recursos que el poder humano (si lo dividiéramos del divino). Quieren conseguir audiencia, a veces a toda costa; usan los mismos métodos de marketing y son capaces de sacrificar parte de su ideario solo por esa audiencia. El trasfondo de mi novela no ha pretendido ser una crítica a la Iglesia, aunque hay temas durísimos como la pederastia con los que creo que la Iglesia hasta ahora ha hecho muy poco y que todavía tiene pendiente con la sociedad y sobre los cuales sí creo que haga un poco de denuncia. Pero no es una denuncia genérica a todo el organismo sino a determinadas acciones que creo que se han dejado de lado durante muchos años y que afortunadamente parece que se están intentando solucionar con el Papa Francisco.
VG: Se puede observar en tu obra cómo se pasa de la gran ciudad de Barcelona a un pueblo como este (Alella), pero también a un país tan distinto como México. ¿Qué te llevó a sacar al lector del país? ¿Por qué Guadalajara (México)?
JS: Fui a Guadalajara por primera vez a la Feria del Libro, algo que tenía pendiente por hacer ya que es una de las ferias más importantes del mundo. Tenía la intención de seguir allí con mi novela pero al ver el Hospicio de Cabañas me cambió todo. Quizás yo estaba buscando esa referencia en la novela, tenía algo de halo misterioso que no sabía encontrar y que encontré de una forma totalmente distinta en la Torre del Governador de Alella, el cual fue en su día un colegio. Encontré algo cargado de misticidad y plasticidad para la novela como fue el Hospicio.
VG: Entras de lleno en la crítica a una Iglesia que empapa a las más grandes empresas y ellas a toda la sociedad. Además, tratas el escabroso tema de la famosa Legión de Cristo, fundada por Marcial Maciel. ¿Qué te llevó a incluir todo ello en tu obra? Tú que has trabajado en grandes empresas como el grupo Zeta, ¿Has vivido esta poderosa influencia o los tejemanejes que se llevan a cabo en las más altas esferas?
JS: Hubo un hecho detonante que vi en México, aunque lo podría haber visto aquí, que fue que una de las periodistas mexicanas más brillantes y con mayor audiencia, Carmen Aristegui, colgó en youtube una entrevista con los hijos de una de las familias que tenía el cura pederasta fundador de la Legión de Cristo, Marcial Maciel. Me impresionó, porque es una periodista que no hizo sensacionalismo de una entrevista muy dura con una mujer que se había enterado por la prensa de que su marido era cura y acusado de pederastia además de tener otra familia y varios hijos. Me afectó también la reacción de los hijos, mayores, de 20 o 30 años, llorando y derrumbándose en la entrevista. Me pareció que debía investigar sobre el tema. Leí libros sobre ello y tuve la oportunidad de conocer a Carmen en un congreso de prensa digital al que vino en Huesca. Charlé con ella y me recomendó un libro que había escrito lo cual me llevó a investigar mucho sobre la trama financiera que tiene la Legión de Cristo. En mi libro son los Mártires por Cristo, aunque está basado en todo esto. La trama era importantísima, movían millones de euros, tenían el poder económico, la capacidad financiera y la influencia en el Vaticano, por eso muchos de los temas se fueron diluyendo. El propio Maciel desapareció en Nueva York, lo exiliaron, pero nunca pagó por sus crímenes.
En cuanto a notar yo la influencia, es cierto que la prensa está siempre influida por el poder,incluso hoy en día podría decir que el poder que se ejerce actualmente es mayor que el que se hacía antes. Ahora los medios de comunicación en general están más debilitados, sobre todo los grandes medios, y por ello es mucho más fácil atacarlos. De hecho ahora, el poder ya está dentro de los medios de comunicación. Antes podían influir, dándote o no la publicidad, con leyes; pero ahora el poder económico, que al final es el que manda y que va de la mano del poder político, ya he entrado en los grandes medios de comunicación y estos son sus mayores accionistas. Yo la influencia la he notado siempre, lo que ahora se nota más es que hay una pertenencia al poder de los medios de comunicación.
VG: Incluyes duras críticas a las actuales parrillas de televisión, repletas de programas “basura” que solo hacen que hipnotizar a las grandes masas. ¿Cuál es tu visión de la TV de hoy en día? ¿En qué crees que evolucionará?
JS: Yo haría un matiz a la pregunta. Estoy en contra del término “tele basura” porque significaría que estás haciéndolo mal. A mí no me parece que se esté haciendo mal la televisión, al contrario, los realities están muy bien trabajados, dotados de muchos medios, tanto económicos como de talento. Yo pienso que los espectadores ven lo que quieren ver y lo que eles gusta, siempre tienen la opción de apagar la televisión. Lo que sí es cierto es que las televisiones, por la audiencia que tienen estos programas, acaban salpicando con esa fórmula con la que se construyen los realities a las tertulias, los informativos. Es una cosa que va traspasando toda la parrilla de una televisión. Habría que diferenciar lo que es puramente informativo de lo que es divertimento. A mí me interesa cada vez menos que la información quede desvirtuada porque hay que darle una carga de sentimientos o de morbo para que sea más vendible.
VG: ¿Y el periodismo? ¿Crees que hay sitio para aquella imagen del periodista incómodo, fiel al oficio y a sus cánones?
JS: Sí, sin duda. Yo soy muy optimista. Ahora todo el mundo pondría el mismo caso, el de Jordi Évole. Él es así y está haciendo ese periodismo incómodo de investigación, de preguntar a fondo y no amedrentarse por nada en busca de la verdad. Pero es el que vemos porque tiene una ventana como la Sexta. Yo creo que tenemos a muchos periodistas que todavía creen en el periodismo, en la búsqueda de la verdad. Ahora lo hacen con muchas más dificultades porque te dan menos oportunidades, están peor pagados y con malas condiciones para hacerlo con libertad. Pero igualmente creo que hay muchos y que se ven día a día. Nosotros en el diario.es tenemos una redacción que tiene estos valores, que no iría a una rueda de prensa sin preguntas, que no se conforma con que un político le de una respuesta y le deje en blanco, que sabe que no tiene ningún límite más que la verdad.
VG: Dinos, al elaborar tu obra, ¿Tienes planeado el cauce exacto que llevará o te dejas influir por tus sensaciones a medida que escribes?
VG: Te confesaré un secreto, yo arranco a escribir y puedo hacer a lo mejor 15 o 20 folios. De allí arranca la historia. Esa historia la dejo reposar en mi cabeza durante una semana pero para mí ese ya sería el primer capítulo de la obra. Cuando ya llevo bastante escrito y ya me han salido dos o tres personajes me doy cuenta de que tengo que ir al método tradicional que es hacerme fichas de personajes, sinopsis, saber a dónde quiso llevar la trama, dónde aparecerá la información para el lector, etc. A partir de aquí vuelvo hacia atrás. Es como construir una casa a la que llegas el primer día y haces las cuatro paredes y marcas lo que será todo. Pero luego lo revisas y te das cuenta que necesitas unos planos para arrancar con garantías. Yo empiezo así, de golpe, con lo que tengo en la cabeza pero después, cuando ya llevo realizado un 60 o 70% de la obra es cuando paro para elaborar mis planos.
VG: ¿Tienes alguna peculiaridad a la hora de ponerte a escribir? ¿Cómo es tu proceso?
JS: Escribo mucho en la cocina. Mi mujer ve series americanas y yo me pongo en la cocina donde suelo escribir hasta la 1 o las 2 de la mañana. Uso mucho las noches para escribir. Todo ello, cuando lo leo a la mañana siguiente, me doy cuenta de que hay muchas cosas por revisar, de cambiar, cosas que no me gustan y hasta incluso algunas que digo: “¿quién las habrá escrito?”. El oficio de escribir, el cual me parece muy difícil; sobre todo el de escribir bien, obliga a reescribir permanentemente. La gente puede pensar cuando ve una buena novela que esto sale de corrido pero no es verdad, detrás hay una dura labor de reescribir, de volver a plantearte, de volver a estructurar, que no es a veces tan divertido como parece. Es divertido al principio, cuando arrancas, luego ya se convierte en un método que requiere una cierta disciplina y que es duro y que te lleva a enviar muchos papeles a la papelera.
VG: ¿Cómo se vive y se trabaja siendo el fundador de un diario honesto e independiente, y en ocasiones incómodo para algunos, como eldiario.es? ¿Cómo viviste el cierre de ADN en España? ¿Qué te hizo emprender el proyecto de un nuevo diario?
JS: En cuanto a ADN decir que sigue abierto, y con mucho éxito en Colombia, donde ayudé a abrirlo. Yo en España me retiré del diario dos años antes cuando Planeta se hizo con el 100% del diario. Luego la crisis publicitaria lo hundió. A mí me supo muy mal pero evidentemente era un diario basado exclusivamente en la publicidad y que Planeta no pudo seguir manteniendo. De hecho, de todo estos periódicos gratuitos solo quedó 20 Minutos.
Sobre convivir con un diario digital yo lo vivo con mucha satisfacción e incluso te diría con orgullo. Cuando me metí en eldiario.es con Nacho Escolar vimos que era el momento más crítico de la profesión periodística. Había cerrado el diario Público, habían hecho EREs en El País y en El Mundo, y había muchos buenos periodistas que se habían quedado sin trabajo pero que tenían muy buenas maneras de explicar las cosas. nos pareció que era la oportunidad de poderlos integrar en un proyecto que se iba a hacer con modestia y que iba a crecer en función de que obtuviera recursos. Cuando somos “castigados” por la publicidad, lo único que nos preocupa es buscar nuevos socios. El diario es en abierto pero le pedimos a los socios que pagaran 60€ al año y ya tenemos 8.500 socios para que se pueda hacer buen periodismo. Así si un día un anunciante nos pone una cortapisa publicitaria nosotros lo que esperamos es que los socios nos ayuden a poder seguir haciendo el periodismo con la libertad con la que lo estamos haciendo ahora. Queríamos un modelo de diario basado evidentemente en la publicidad pero donde la información no se vende a los anunciantes. Si el anunciante cree que se debe dar una información favorable a su marca o a su producto por el hecho de anunciarse allí no nos va a encontrar.
VG: ¿Cómo se convive en estos tiempos en los que toda editorial se tambalea con una que confía y apuesta por ti?
JS: Las editoriales en este momento están en una encrucijada no tanto por el formato digital, que es una oportunidad, sino por la piratería. La piratería no es tanto un tema de control jurídico o persecución sino de educación y cultura. Todavía hay mucha gente que cree que no debe pagarse por las obras literarias, que no hay mucho coste detrás, y detrás hay mucho, desde el esfuerzo y tiempo del autor hasta el trabajo del editor, el impresor, etc. Mucha gente vive del sector editorial. La piratería sigue creciendo a pesar de las leyes. Mi primer libro lo puse a 2,60€ en ebook ya que no escribo para vivir de ello y me encontré con que estaba siendo pirateado. Ahora acabo de ponerla gratis y, aunque se descargan muchas, sigo estando pirateado aun valiendo cero euros. Cuando pones algo en el buscador, lo primero es una web pirata que te lo ofrece gratis.
VG: Por último, ¿Qué futuro deparas a la literatura? ¿Crees que es el momento de la autopublicación? ¿Qué piensas de ella y cómo ves la competencia con las obras editadas y publicadas bajo un sello editorial?
JS: Yo creo que los libros tienen futuro. El formato será más digital que papel, pero creo que el libro tiene un valor añadido en cuanto al papel. Sobre la autopublicación decir que me parece perfecta, pero de calidad. La gente no va a buscar un libro incoherente, repleto de faltas. Yo creo mucho en la labor del editor. En esta tercera novela he utilizado especialmente a una editora porque pienso que necesitas a alguien con quien contrastar, que te eche una mano. Muñoz Molina me contaba que el utiliza hasta tres o cuatro editoras. El papel de los editores es fundamental, él no te reescribe el libro como muchos piensan sino que te da consejos, estructuras sintácticas, etc. Para poder comunicar tienes que saber escribir bien.
LIBREGUNTAS:
Libro de papel o electrónico: ambos soportes aunque me concentro más en la lectura con el libro en papel. Para viajar sin duda el electrónico.
Narrativa o poesía: siempre narrativa y ocasionalmente poesía.
Un libro: Los girasoles ciegos de Alberto Méndez.
Un poema: cualquiera de Neruda y de Luis García Montero.
Un personaje: los dos amigos de El último encuentro, de Sándor Márai-
Una cita: "Para ser buen periodista hay que ser un buen ser humano. Las malas personas no pueden ser buenos periodistas. Si se es buena persona se puede comprender a los demás, sus intenciones, su fe, sus intereses, dificultades y tragedias". Ryszard Kapuscinski.
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